El Asturias a Museo del Holocausto
El Universal, , 13-09-2007MADRID. El Museo del Holocausto de Jerusalén, conocido como Yad Vashem, fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su tenaz labor para promover, entre las actuales y futuras generaciones, la superación del odio, del racismo y de la intolerancia. Así lo expresó un jurado presidido por el presidente del gobierno de Asturias, Vicente Álvarez Areces, quien definió al museo como el recuerdo vivo de una gran tragedia histórica.
El Yad Vashem fue creado en 1953 en un intento por recordar los nombres, caras e identidades de los 6 millones de judíos que murieron en los campos de concentración de la Alemania nazi.
Hace dos años, el 15 de marzo de 2005, fue ampliado e inaugurado de nuevo coincidiendo con el 60 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945). En la actualidad el recinto que es visitado por 2 millones de personas anualmente alberga 50 millones de documentos sobre los judíos, sus identidades, campos de concentración, objetos personales, testimonios de los supervivientes, fotografías, registro de enfermedades que padecieron, entre otros documentos y objetos.
Si sus estanterías fuesen puestas en fila ocuparían 25 kilómetros ordenadas por orden alfabético; desde la letra A de Auschwitz, campo de concentración, hasta la T de Treblinka, uno de los campos de muerte. La última área del recinto, llamada Sala de los Nombres, tiene una impresionante cúpula con nombres y fotografías de algunos de los judíos asesinados.
El edificio, que costó 40 millones de dólares y fue diseñado por el arquitecto israelí Moshe Safdie, está ubicado en Har Hazikaron, una loma al oeste de Jerusalén; fue construido en el interior de la montaña Herat, a la que atraviesa, dando la impresión de flotar sobre una ladera como si fuera un túnel, con forma de prisma de 200 metros de largo por 13 de alto. En la entrada hay un árbol plantado en homenaje a la princesa Alicia de Grecia, abuela del príncipe Carlos de Inglaterra, por haber sido uno de los Justos, al proteger a tres judíos griegos perseguidos por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Es el fondo documental más importante sobre el tema; su biblioteca cuenta con más de 100 mil títulos en numerosos idiomas, así como con miles de periódicos y documentos.
Ayer Avner Shalev, presidente del museo, al conocer la noticia reconoció estar profundamente conmovido y muy orgulloso por este honor excepcional. Este premio reconoce que preservar la memoria del Holocausto tiene un profundo significado para la coexistencia de la familia de naciones, en el presente y a lo largo de los años, señaló.
El premio Príncipe de Asturias nos mueve a continuar con nuestros esfuerzos para construir un futuro mejor por medio de nuestro enfrentamiento con el pasado y hace hincapié en la gran responsabilidad que tiene Yad Vashem, dijo Avner Shalev.
Reconoció que a pesar de la progresiva desaparición de las generaciones de testigos de estos horrores, Yad Vashem continuará transformando sus memorias en pilares sobre los cuales se pueda construir un mundo mejor, caracterizado por la tolerancia y el respeto mutuo entre todos los pueblos.
La canciller alemana, Angela Merkel, fue quien lo propuso para el galardón: El que haya visitado Yad Vashem nunca olvidará los sentimientos de profundo dolor en el momento del encuentro con la historia allí tan presente. (…) Es un lugar contra el olvido que devuelve a las víctimas del crimen contra la humanidad, la Shoa, sus nombres. Yad Vashem es también un lugar de esperanza. La esperanza de reconciliación y entendimiento, de tolerancia y humanidad, de paz y buena vecindad, dijo Merkel.
Entre las candidaturas del premio, dotado con 50 mil euros y una estatua de Joan Miró, figuraban la cantante Cesárea Évora y la ex candidata de Colombia, Ingrid Betancourt.
MADRID. El Museo del Holocausto de Jerusalén, conocido como Yad Vashem, fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su tenaz labor para promover, entre las actuales y futuras generaciones, la superación del odio, del racismo y de la intolerancia. Así lo expresó un jurado presidido por el presidente del gobierno de Asturias, Vicente Álvarez Areces, quien definió al museo como el recuerdo vivo de una gran tragedia histórica.
El Yad Vashem fue creado en 1953 en un intento por recordar los nombres, caras e identidades de los 6 millones de judíos que murieron en los campos de concentración de la Alemania nazi.
Hace dos años, el 15 de marzo de 2005, fue ampliado e inaugurado de nuevo coincidiendo con el 60 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945). En la actualidad el recinto que es visitado por 2 millones de personas anualmente alberga 50 millones de documentos sobre los judíos, sus identidades, campos de concentración, objetos personales, testimonios de los supervivientes, fotografías, registro de enfermedades que padecieron, entre otros documentos y objetos.
Si sus estanterías fuesen puestas en fila ocuparían 25 kilómetros ordenadas por orden alfabético; desde la letra A de Auschwitz, campo de concentración, hasta la T de Treblinka, uno de los campos de muerte. La última área del recinto, llamada Sala de los Nombres, tiene una impresionante cúpula con nombres y fotografías de algunos de los judíos asesinados.
El edificio, que costó 40 millones de dólares y fue diseñado por el arquitecto israelí Moshe Safdie, está ubicado en Har Hazikaron, una loma al oeste de Jerusalén; fue construido en el interior de la montaña Herat, a la que atraviesa, dando la impresión de flotar sobre una ladera como si fuera un túnel, con forma de prisma de 200 metros de largo por 13 de alto. En la entrada hay un árbol plantado en homenaje a la princesa Alicia de Grecia, abuela del príncipe Carlos de Inglaterra, por haber sido uno de los Justos, al proteger a tres judíos griegos perseguidos por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Es el fondo documental más importante sobre el tema; su biblioteca cuenta con más de 100 mil títulos en numerosos idiomas, así como con miles de periódicos y documentos.
Ayer Avner Shalev, presidente del museo, al conocer la noticia reconoció estar profundamente conmovido y muy orgulloso por este honor excepcional. Este premio reconoce que preservar la memoria del Holocausto tiene un profundo significado para la coexistencia de la familia de naciones, en el presente y a lo largo de los años, señaló.
El premio Príncipe de Asturias nos mueve a continuar con nuestros esfuerzos para construir un futuro mejor por medio de nuestro enfrentamiento con el pasado y hace hincapié en la gran responsabilidad que tiene Yad Vashem, dijo Avner Shalev.
Reconoció que a pesar de la progresiva desaparición de las generaciones de testigos de estos horrores, Yad Vashem continuará transformando sus memorias en pilares sobre los cuales se pueda construir un mundo mejor, caracterizado por la tolerancia y el respeto mutuo entre todos los pueblos.
La canciller alemana, Angela Merkel, fue quien lo propuso para el galardón: El que haya visitado Yad Vashem nunca olvidará los sentimientos de profundo dolor en el momento del encuentro con la historia allí tan presente. (…) Es un lugar contra el olvido que devuelve a las víctimas del crimen contra la humanidad, la Shoa, sus nombres. Yad Vashem es también un lugar de esperanza. La esperanza de reconciliación y entendimiento, de tolerancia y humanidad, de paz y buena vecindad, dijo Merkel.
Entre las candidaturas del premio, dotado con 50 mil euros y una estatua de Joan Miró, figuraban la cantante Cesárea Évora y la ex candidata de Colombia, Ingrid Betancourt.
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