La institución supera por primera vez en 2006 la barrera de los 10.000 nuevos asuntos ingresados – Una de cada tres demandas se refiere a expulsiones, visados y permisos de residencia y trabajo El Tribunal Constitucional (TC) superó en 2006 los 10.000 asuntos ingresados, lo que supone un hito en la trayectoria de la institución, que ha multiplicado por 30 el número de asuntos registrados en 1981, su primer año de funcionamiento.

La Memoria del TC correspondiente al pasado año, conocida ayer, refleja que recibió 11.741 asuntos, esto es, casi 1.000 casos nuevos cada mes. De ellos, el 98% fueron recursos de amparo.

Aunque el incremento no se ha detenido ni una sola anualidad desde la creación del TC, las cifras de los dos últimos ejercicios son espectaculares. Si en 2004 registró 7.814 asuntos, al año siguiente recibió 9.708 y, en 2006, un 21%.

La presidenta de la institución, María Emilia Casas, afirma en la presentación de la Memoria que estos números «nos abocan a un resultado de crecimiento constante y extraordinario de la demanda de justicia constitucional que otorga máxima prioridad a la necesidad de disponer de los procedimientos adecuados para atenderla y reordenar así las funciones del Tribunal de modo acorde con el diseño constitucional de una jurisdicción independiente y eficiente».

La superación del umbral de los 10.000 asuntos se debe, fundamentalmente, a los recursos de amparo en materia de inmigración, que irrumpieron en la jurisdicción constitucional a partir de 2005 en una proporción mareante.

Las 2.150 demandas sobre extranjería ingresadas en 2005 se han casi duplicado en 2006, año en el que 3.963 recursos de amparo versaron sobre expulsiones del territorio nacional, visados y permisos de trabajo o residencia.

Los recursos sobre estas cuestiones son ya el 71 % de todas las peticiones de amparo procedentes de la jurisdicción contencioso – administrativa, que desde 2005 ha superado al orden penal como origen de la mayoría de las demandas presentadas en el TC.

En este momento, uno de cada tres ciudadanos que acuden al TC en demanda de amparo es inmigrante y, en muchas ocasiones, ni siquiera se encuentra ya en España.

La capacidad de resolución ha aumentado, aunque de forma insuficiente para poner al día al Tribunal. En 2006 se dictaron 9.173 resoluciones (6.751 la anualidad anterior), que dieron respuesta a 8.566 asuntos.

Si en 2005 hubo 5.293 providencias de inadmisión, el pasado año esa cifra se elevó a 7.376. El 96 por 100 de los recursos de amparo no son admitidos a trámite. Es lo que Casas denomina el «trabajo negativo» del Constitucional, que «dedica tiempo y capacidades (…) a aquello de lo que no se va a ocupar por su falta de contenido constitucional en la mayor parte de los casos».

De todas las resoluciones emitidas, 365 fueron sentencias (342 en 2005), «lo que arroja un ritmo de una sentencia por día natural del año, algo que probablemente no concuerde con la naturaleza del garante último de nuestra Constitución», reflexiona Casas. Siete de cada 10 sentencias estimaron, de forma total o parcial, las pretensiones del recurrente.

La situación del TC se completa con los 13.870 asuntos que se encuentran pendientes de admisión o inadmisión, «cuyo examen ocuparía el trabajo del tribunal durante dos años sin contar con asuntos de nuevo ingreso», advierte la presidenta.