La marcha contra la "islamización de Europa" acaba con 154 detenidos en Bruselas
La protesta islamófoba empaña el recuerdo a las víctimas del 11-S en la capital belga
El País, , 12-09-2007La policía belga detuvo ayer a 154 personas por su participación en una marcha, prohibida por el Ayuntamiento, contra la “islamización de Europa”. Unas 200 personas, procedentes de Dinamarca, Reino Unido y Alemania, acudieron a Bruselas para manifestarse.
BEATRIZ NAVARRO – Corresponsal
BRUSELAS. – No fueron los 20.000 anunciados sino apenas 200 los activistas que ayer acudieron a Bruselas para protestar por la supuesta islamización de Europa y en “memoria” de las víctimas del 11-S, una marcha prohibida por el Ayuntamiento por razones de orden público. Sin embargo, los organizadores, reunidos bajo el paraguas del partido danés Stop a la Islamización de Europa, obtuvieron el ruido mediático y social deseado.
Por cada manifestante, había probablemente un periodista o cámara de la prensa internacional. Y por cada uno de ellos, varios policías, que practicaron “detenciones administrativas” a 154 manifestantes, entre ellos los líderes del partido xenófobo Vlaams Belang.
La cita era a las doce del mediodía en la plaza de Luxemburgo, a los pies del Parlamento Europeo. La zona había sido vaciada a conciencia: la policía había prohibido el aparcamiento y dificultado los accesos a pie, por lo que las habitualmente bulliciosas terrazas de la plaza estaban vacías . Tal y como se recomendaba por internet, los activistas (la mayoría eran jóvenes de estética neonazi, alemanes, daneses, británicos o belgas) llegaron en pequeños grupos aislados. En cuando se acercaban entre sí, la policía reclamaba su identificación y se los llevaba a las furgonetas para evitar que se agruparan. “Estoy conmocionado, creía que estábamos en un país democrático”, se quejaba Anders Gravers, uno de los organizadores.
El ambiente fue mucho más tenso en la glorieta de Schuman, centro neurálgico del barrio europeo de Bruselas, junto a la Comisión Europea y el Consejo. Donde otros 11 de septiembre se reunían concentraciones en memoria de las víctimas de los atentados terroristas, ayer un heterogéneo grupo de personas protestaba contra la islamización del Viejo Continente. Algunas lucían camisetas con el perfil de una mezquita tachada, obsequio del Vlaams Belang. La policía detuvo a unos 50 activistas, en algunos casos con resistencia, como Frank Vanhecke, presidente del partido, que se retorció en el suelo para regocijo de las cámaras. También fue arrestado Filip Dewinter, líder parlamentario, que al subir a la furgoneta fue recibido con un happy birthday (Dewinter animó a sus seguidores a festejar así su cumpleaños) y los eurodiputado Mario Borghezio (Liga Norte) y Carl Lang (Front National). Pasados los primeros momentos de tensión, el resto de manifestantes se puso a la cola para ser arrestados.
El Ayuntamiento de Bruselas prohibió la manifestación en agosto alegando problemas de orden público. Según informes policiales, otras convocatorias similares han acabado de forma violenta. Como reacción, la autodenominada Liga Árabe Europea pidió celebrar otra marcha, “contra el racismo y la xenofobia”, que tampoco obtuvo el visto bueno del Ayuntamiento belga. Cada año, por su condición de capital comunitaria, Bruselas recibe entre 500 y 600 solicitudes; desde 2001, sólo han denegado siete, entre ellas la convocada contra el islam, una decisión ratificada por el Consejo de Estado belga a finales de agosto.
La convocatoria se mantuvo viva a través de los foros de internet. La policía había confirmado la intención de algunos activistas de viajar desde Dinamarca, Alemania, Polonia o Hungría hasta Bruselas para participar en la marcha. El despliegue fue impresionante, mayor que el habitual de las cumbres de la UE. “Estamos preparados para detener a cuantos sea necesario”, explicaba ufano un agente. Para los arrestados VIP, esposas metálicas, para los de a pie, bridas de plástico.
La convocatoria surgió del partido danés Stop a la Islamización de Europa, junto con la organización británica No Sharia Here y la alemana Pax Europa, dirigida por el periodista Udo Ulfkotte, que renegó de la iniciativa por ser ilegal y estar “monopolizada” por la extrema derecha.
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