CARTAS

Hagamos algo

La Verdad, Ramón López Ondoño, 09-09-2007

Aunque es cierto que durante estos últimos días, la cosa ha tomado unos tintes alarmantes con la llegada masiva de pateras a nuestras playas, no podemos decir que nos pille de sorpresa, pues son ya varias décadas las que han transcurrido desde que empezó el tema de la inmigración clandestina a nuestras costas, tanto a la península como en el archipiélago canario.

Yo soy consciente de que esta pobre gente viene con la intención de mejorar su vida, no en vano los españoles en los años 60 sobre todo fueron unos emigrantes, pero es cierto que en unas condiciones legales, o sea, que no iban engañados por las mafias que se dedican al tema. ¿Qué deberíamos hacer? Actuar ya y poner las cosas en orden para que las mafias se vean impotentes y no puedan obrar.

¿Tan difícil es que no actuamos? No lo creo, más bien doy la razón a Séneca cuando escribía: No porque sean difíciles no nos atrevemos a algunas cosas, sino son difíciles porque no nos atrevemos a ellas. Es decir, que si nos atreviéramos a actuar, la solución la tendríamos en poco tiempo y para ello no hay que hacer malabarismos ni cosas raras, simplemente con tener nuestras costas bien vigiladas por lanchas patrulleras que cuando observaran la entrada en nuestras aguas territoriales de cualquier patera, barco nodriza o lo que fuere le obligaran a darse la vuelta y largarse a su punto de origen, la cosa cambiaría rápidamente, pues si la población ve como sale un grupo de emigrantes y no regresa, esto le incita a salir también, pero cuando viera varias veces que apenas salido un grupo, no alcanza su objetivo y está de vuelta, esto le haría plantearse el tema de otra manera y no cometer errores que en muchos casos suelen pagarse con la propia vida, y las mafias se quedarían sin campo de acción y tendrían que disolverse o dedicarse a otros menesteres.

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