El padre Alberto, un sacerdote popular

El Universo, 08-09-2007

El sacerdote que dirige un talk show en Miami visita Guayaquil por primera vez.

La próxima semana casará a una de sus ex novias, una confesión que la hizo porque quiere que se lo reconozca como un ser humano expuesto a tentaciones pero con una sola meta: evangelizar. Abierto, dinámico y frontal, al punto de afirmar que no considera necesario el celibato para ser sacerdote. A sus 38 años, el padre Alberto Cutié está convencido de que la palabra de Dios llega bien a través de los medios. En su caso, como director de Radio Paz, de la Arquidiócesis de Miami, con su programa ‘Hablando claro con el padre Alberto’ que se transmite por el canal católico EWTN y con artículos en el Nuevo Herald, de Miami.

¿Incursionó en los medios como sacerdote?
Realmente empecé en la radio como disc jockey entre los 12 a 16 años, pero un día me ofrecieron un trabajo en una radio pública de Miami. Luego fui al seminario porque sabía que quería ser sacerdote.

¿Cómo estaba seguro? Pudo tratarse de una corriente de espiritualidad pasajera.
En los grupos religiosos a los que pertenecí cuando tenía 18 años me di cuenta que quería ser sacerdote. Pensé en la posibilidad de que Dios quería algo para mí. La vocación se siente cuando sabes que no hay nada en la vida que te pueda satisfacer más que dedicarte a eso que has elegido. Yo no opté por la vocación, esta la eligió Dios.

Pero tenía solo 18 años…
Chica… en la historia han habido personas de 7 años que han sentido ese llamado especial.

¿Tuvo algún conflicto con la Iglesia de Estados Unidos por aparecer en televisión en un talk show?
No en Estados Unidos, pero sí en Latinoamérica. Cuando me llamó la cadena Telemundo tenía tres años de sacerdocio primero en una comunidad muy pobre, en Fort Lauderdale, al norte de Miami, y luego en una parroquia de alta sociedad, San Patricio, en Miami Beach. En 1998 me contactaron para ir a un programa que se pasaría en el mismo horario de Cristina, a las cuatro de la tarde. Por cierto, ella era una de mis feligreses.

¿Qué les respondió a los de Telemundo?
Les dije, primero tengo que hablar con Dios, con mi arzobispo y con mi director espiritual. El arzobispado me dijo: ‘Alberto, si Jesús estuviera aquí en el año 2000 tendría que tener un talk show para hablar con la gente’, entonces, me dio la bendición y me fui. Sé que entrevistaron como a 300 sacerdotes de Estados Unidos. Estuve durante tres años haciendo un programa diario, mientras seguía siendo cura de la parroquia a tiempo completo. Hacía seis talk shows a la semana y terminaba mi jornada a las 12 de la noche.

¿Considera una buena estrategia que la Iglesia católica evangelice a través de los medios de comunicación?
Claro. América Latina tiene muchos padres Alberto, es decir, sacerdotes que van a la televisión y hablan de fe. Además, los latinos están enfrentando el reto de grupos religiosos no católicos que están muy presentes en los medios de comunicación.
 
¿Considera que hoy existe menos vocación sacerdotal?
Lo creo. De hecho, en el mundo hay un billón de católicos y solo 1% de esa cifra ocupa el número de sacerdotes. Pero también hay partes del globo terráqueo con un buen número de vocaciones como África e India. Esto se debe al trabajo de los misioneros. En América Latina todavía hay países donde sí se observa vocación sacerdotal, como en Colombia y ciertas partes de México.

A su criterio, ¿cuál es la crisis más fuerte que enfrenta Latinoamérica y qué se convierte en un reto de evangelización?
En todo el continente existe una crisis de fe, especialmente en el entorno familiar. Si no hay un matrimonio sólido no puede haber una familia funcional. Por eso escribí el libro  Ama de Verdad, Vive de Verdad.  Allí ofrezco consejos para que un matrimonio cristiano permanezca sólido. Cuando las familias mantienen un ambiente de fe, es probable que de allí salgan sacerdotes.


A los sacerdotes católicos se les exige votos de castidad y es una de las excusas por las cuales no hay vocaciones, ¿qué piensa sobre esto?
El celibato no es un dogma, sino una disciplina de la Iglesia. Se lo practica para dedicar todo nuestro ser a la labor de evangelización y salvación de las almas. No creo que sea tan esencial para el sacerdocio. Es probable que a futuro esta situación cambie. Hasta cierto punto se trata de una tradición eclesiástica.
Considero que un hombre casado puede ser un muy buen sacerdote.

¿Se ha enamorado?
Todos lo hemos hecho. Además, ¿crees que porque estás parado ahí en el altar y estás casando a tu ex novia con otro tipo no piensas: ‘ese pude haber sido yo’… (Se sonroja y ríe a carcajadas). Eso pasa… Me ha tocado casar a mis ex novias y bautizar a sus hijos.

En esas circunstancias, ¿cómo lucha contra la tentación?
No hay secreto para luchar contra el pecado. Es como nadar en contra de la corriente y todos los días recordar lo que eres, pertenezco a Dios y tengo que vivir de acuerdo a eso. No es fácil, quien lo diga, está mintiendo (vuelve a reír a carcajadas).

Presentación
El padre Alberto se presenta hoy y mañana desde las 09:00 hasta las 19:00 en el coliseo de la Universidad Agraria (av. 25 de Julio y Pío Jaramillo). La entrada tiene un valor de $ 5.

El libro
Ama de Verdad, Vive de Verdad, del padre Alberto contiene historias de parejas y consejos para mantener la felicidad matrimonial. Tiene un valor de $ 25.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)