La patera que naufragó hoy en la costa sureste de Gran Canaria, donde los servicios de emergencia buscan a parte de sus ocupantes tras rescatar a diez muertos y otros seis supervivientes, se guió por la luz del Faro de Arinaga y embarrancó antes de tomar tierra en una zona muy rocosa.
Así lo estiman los servicios de emergencia que participan en el dispositivo de búsqueda que se desarrolla en la costa sureste de Gran Canaria para tratar de recuperar al resto de los inmigrantes magrebíes que viajaban en esta patera, que volcó sobre las 06.00 horas frente a la playa de Risco Verde, en el municipio de Agüimes, informó un portavoz de la Guardia Civil.

El litoral de Risco Verde es una zona muy escarpada en la que suelen registrarse fuertes corrientes marinas y de viento, lo que pudo provocar el vuelco de la barquilla después de que se acercara a la costa guiada por la luz del cercano Faro de Arinaga, a pesar de que hoy las condiciones meteorológicas son buenas, explicaron las fuentes.

Los supervivientes del naufragio aseguraron que venían entre 15 y 18 personas, por lo que quedaría por localizar aún a una decena de inmigrantes, todos de origen magrebí, algunos de los cuales emprendieron la huida nada más tomar tierra en la isla.

Dos de los seis supervivientes han sido trasladados al Hospital Insular de Gran Canaria y al centro de salud de Vecindario aquejados de cuadros de hipotermia e hipoglucemias leves.

En la costa de Risco Verde se ha desplegado un amplio dispositivo de búsqueda en el que participan un helicóptero de la Guardia Civil, la patrullera Báltico del mismo cuerpo y patrullas terrestres.

A estos medios se suman, según dijo un portavoz de la sociedad estatal, una embarcación de Salvamento Marítimo que también ha desplazado a la zona al helicóptero Helimer Canarias, efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas del instituto armado (GEAS) y sanitarios de Cruz Roja y del Servicio de Urgencias Canario.