Los inmigrantes se sienten más integrados y sufren menos discriminación en la empresa que en otros ámbitos de la sociedad. Ésta es al menos la conclusión de un estudio elaborado por Proexport que todavía está en fase de elaboración, según explicó ayer el responsable de Inmigración y Acción Social de esta organización empresarial, José Ramón Carrasco.

La encuesta, realizada entre los 35.000 empleados inmigrantes con que cuenta Proexport, concluye que el trabajo es el ámbito «donde más comunicación existe entre los trabajadores extranjeros y los españoles». Además, se destaca que conseguir un empleo contribuye de forma muy importante a eliminar la sensación de exclusión o racismo. La principal barrera es el idioma, y las mujeres se sienten más discriminadas que los hombres, lo que obliga a las empresas «a tener más en cuenta la perspectiva de género». El estudio «mostrará dónde hay que mejorar y cuáles son los principales problemas».