La convocatoria a la Asamblea tiene una sola razón, dictar la nueva Carta Fundamental de orden y ejecución legal para la conducción de autoridades y civiles ecuatorianos de nacimiento, residentes, y migrantes; en aspectos sociales, culturales, judiciales, doctrinarios y políticos.

La condición legal de cada concepto de exposición debe ser de nítida claridad y extenso estudio, previo a su aprobación por todos los asambleístas. Razón primordial para hacer verdadera selección de las personas que aportarán con su estudio honesto, cultural, moral y humanitario a que cada artículo a exponer tenga fundamento legal, justo y ejemplar en su aplicación; desechando el sentimiento familiar, político, partidista, o personal. Dichas personas estarán en un proceso muy serio, pues el momento que vivimos tiene aspecto de baratillo político, ya que se han publicado extensos listados de seres anónimos en su mayoría, opacando los nombres de las pocas personalidades de real valor intelectual y profesional aptos para realizar la ansiada renovación.

Lamentablemente ese elemento improvisado o aprendiz de política, se sirve de vocabulario barato y mentiroso para conseguir su figuración popular con ofertas inalcanzables de cumplirse como disolver el Congreso, la Corte de Justicia, el Tribunal Electoral, el Tribunal Constitucional; jubilación de la mujer con 25 años de trabajo sin límite de edad; aumento inmediato de pensión jubilar; casas para pobres… Compatriotas, del resultado de esta Asamblea depende el bienestar nuestro hoy, y el de nuestros descendientes en el futuro, por lo tanto, mediten serenamente su voto, eligiendo hombres y damas de verdadera y reconocida vida honesta y moral. Revisa sus vidas tranquilamente.

José Ramón Farfán Arellano,
Guayaquil

La Asamblea Nacional Constituyente tendrá como objetivo la redacción de un nuevo estatuto constitucional que sea el marco legal de una sociedad con posibilidade reales de desarrollo, en un ambiente democrático de justicia y solidaridad.

Los ciudadanos tenemos la obligación de elegir a las personas más capaces de todas las tendencias. Sugiero que el texto nuevo de la Constitución, en el acápite que trata de la organización territorial y descentralización, manteniendo la misma estructura provincial,  posibilite la asociación de provincias en franjas de administración y desarrollo, paralelas a la línea equinoccial.

Por ejemplo: franja norte, Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos, con los puertos de San Lorenzo y Esmeraldas y conexión a los ríos Aguarico y Napo. Franja centro norte, Manabí, Pichincha, Cotopaxi, Napo y Orellana, con los puertos de Bahía de Caráquez y Manta y conexión al río Napo. Franja centro sur, Guayas, Los Ríos, Bolívar, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Azuay, Pastaza y Morona Santiago. Puerto de Guayaquil y conexión a los ríos Morona y Pastaza. Franja sur, El Oro, Loja y Zamora Chinchipe. Puerto Bolívar y conexión con el río Zamora.

Una sociedad de provincias podría trabajar conjuntamente en planes de largo alcance y obtener resultados mejores a menor costo y menor tiempo.

Guillermo Flores R.,
coronel (B) Quito