Cruz Roja asegura que ofreció ayuda al rumano que se quemó a lo bonzo

El varón sigue en estado grave en el Hospital de la Fe de Valencia

Diario Vasco, , 06-09-2007

CASTELLÓN. Cruz Roja ofreció a la hija del hombre rumano que el martes se quemó a lo bonzo en Castellón todos los recursos de que dispone esta institución, según explicaron fuentes de la organización. La joven, en cambio, aseguró que su familia había acudido a muchas instituciones sin recibir ninguna ayuda.

Según afirmaron ayer desde Cruz Roja, la hija se personó el lunes en las instalaciones de la institución para pedir ayuda porque su padre no tenía trabajo. Tras ello, la trabajadora social le pidió que volviese con sus padres, al ser menor de edad, y le informó sobre los diversos recursos a los que podía acogerse la familia, según las mismas fuentes. Al parecer, no volvieron.

El herido seguía ayer en estado muy grave en el Hospital La Fe de Valencia. El hombre, que se quemó a lo bonzo para protestar por la situación económica de su familia en España, se encuentra hospitalizado en la Unidad de Quemados y su evolución es muy lenta. Sus familiares se trasladaron, por iniciativa de los Servicios de Bienestar Social, al centro de acogida Nuevo Futuro de Valencia, para estar más cerca del herido.

La hija aseguró ayer que su padre «está en peligro de muerte» y que su recuperación es difícil. Isabella explicó que el hombre cuenta con respiración asistida, lo que le impide hablar. La joven manifestó su deseo de poder ver a su padre, saber «qué le está pasando y poderle cuidar y estar día y noche con él», y añadió: «Se muere y yo me mato, porque no tengo nada de qué vivir».

Sobre la situación psicológica de la familia, Isabella explicó que tanto ella como su madre están «destrozadas», mientras que su hermano, que es «muy pequeño», «no entiende de qué se habla» y no está afectado como ellos, «está en su mundo».

En cuanto al apoyo de las instituciones, la joven opinó: «Si la Policía de Castellón y los servicios sociales nos hubieran ayudado, esto no hubiera pasado. Todo Castellón nos engañó y no teníamos otra solución, porque todo el mundo nos decía que nos iba a ayudar y nada», recalcó Isabella, que aseguró que «mucha gente» les «mira como unos criminales», aunque no saben «por qué». La joven hizo hincapié en que la familia no puede seguir viviendo en Castellón, donde varias personas querían matar a su padre.

Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunitat valenciana, Antonio Bernabé, señaló que se ha puesto «en contacto con el Consulado de Rumanía», ya que entre las dos instituciones existe «una relación muy estrecha» por la importante comunidad rumana que reside actualmente en esa provincia. AGENCIAS

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)