cádiz. Al menos tres pescadores perdieron la vida y cinco se encuentran desaparecidos al volcar el barco en el que se encontraban a 14 millas de Barbate. El resto de los 16 tripulantes, un total de ocho, fueron rescatados en la tarde de ayer por Salvamento Marítimo y trasladados a puerto.

Los cadáveres de dos de los marineros del Nueva Pepita Aurora llegaron al puerto de esta ciudad andaluza pasadas las 19.00 horas, a bordo del pesquero García Lara. Estaba previsto que el cuerpo del tercer marinero fallecido llegara a bordo de otro pesquero en las primeras horas de la noche de ayer, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.

Las mismas fuentes explicaron que dos de los 16 marineros son de nacionalidad marroquí, aunque no especificaron en qué estado se encuentran. El resto, son jóvenes naturales de Barbate, indicó el consejero de Agricultura de Andalucía.

Los ocho marineros rescatados con vida se encontraban a las siete de la tarde ya en puerto, mientras proseguían las labores de búsqueda de los cinco compañeros desaparecidos.

“En principio se intentó reflotar el barco, que venía de Larache (Marruecos), pero la intensidad del viento, casi de 100 kilómetros por hora fuerza 10 ha hecho imposible esta posibilidad, por lo que las más de 150 personas que participan en el rescate de los cinco marineros que quedan en el barco intentan acceder a las cabinas por otros métodos”, dijeron las fuentes.

Al cierre de esta edición, las esperanzas estaban puestas en las bolsas de aire que se podrían haber creado bajo el barco, donde los marineros podrían haber encontrado refugio.

La Cruz Roja montó un dispositivo de emergencia en el puerto de Barbate, donde los familiares de los marineros empezaron a recibir ayuda psicológica. El dolor de las familias era patente en la tarde de ayer, al que se unía la impotencia de la espera de la llegada de nuevas noticias sobre la situación.

El consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, lamentó el accidente y atribuyó el naufragio a la “mala suerte”. El consejero, que conocía a los tripulantes de este barco, con el que salió el primer día que salieron a faenar a Marruecos tras el acuerdo, explicó que este navío formaba parte del contingente de embarcaciones que faenan en Marruecos y reconoció que las tareas de búsqueda son difíciles “pues las condiciones de la mar no son nada buenas, el mar está muy embravecida y las condiciones son complejas y difíciles”.