«Interior abandona a los policías en el Tercer Mundo»
El Mundo, , 06-09-2007La CEP denuncia que un agente estuvo a punto de morir en Senegal porque el Gobierno no le quiso enviar un avión Estuvo a punto de morir en Senegal, regresó a España de milagro y ahora soporta su larga enfermedad sin ninguna ayuda del Ministerio del Interior. Esta es la historia de Antonio Martín Sánchez, un agente con 32 años de servicio que, según denuncia la Confederación Española de Policía (CEP), se encuentra completamente abandonado por sus superiores.
El verano pasado fue destinado a la Embajada de Dakar (Senegal), pero, cuatro meses después de su llegada, comenzó a sufrir una serie de hemorragias. De urgencia ingresó en la clínica Marlen de Dakar, donde le practicaron pruebas de todas las clases y le comunicaron la gravedad de su enfermedad. Antonio, de 54 años, tiene cuatro linfomas de la clase B de Hopkins muy agresivos.
Fue entonces cuando en la Embajada se pusieron en contacto con el Ministerio del Interior para que enviasen un avión medicalizado con el fin de trasladar urgentemente a España al funcionario de Policía. Sin embargo, según el testimonio de Antonio, desde este Departamento se negaron en rotundo. «Estaba muriéndome. En 10 días perdí 20 kilos, pero desde Interior rechazaron mandarme en avión a mi país. Para trasladar a Otegi sí que hay aviones, pero para desplazar a un agente con 32 años de servicio no. Interior deja abandonados a los policías en el Tercer Mundo», se queja amargamente Antonio.
Mientras permanecía ingresado en una clínica de Dakar, los problemas para su retorno a España continuaban, ya que la compañía Iberia no le quería dejar embarcar por miedo a que no soportase el viaje. El policía tampoco pudo recurrir a los aviones de repatriación de senegaleses que llegaban procedentes de Canarias, puesto que no le permitieron regresar en ellos. «Mi vida corría peligro. Me tuve que tirar 12 días en una clínica inmunda de Senegal. Estaba en la UVI y allí sólo había cajones oxidados y suciedad por todas partes», relata el policía.
En opinión del portavoz de la CEP, Rodrigo Gavilán, el caso de Antonio es una muestra más del abandono que padecen los policías por parte del Ministerio del Interior. «Es algo cotidiano que sufrimos en nuestras carnes. Pedimos al ministro menos discursos y más atención para que no dejen abandonados a los policías en países subdesarrollados al borde de la muerte», afirma el portavoz de la CEP.
Antonio Martín opina que salvó la vida gracias a las gestiones de la canciller de España en Senegal, Rosario Gómez Polledo, que inclusó donó sangre al funcionario de policía. Gracias a varias transfusiones sanguíneas y a los trámites de la canciller, Iberia le admitió como pasajero. Eso sí, acompañado de un médico senegalés de la clínica Marlen que le suministraba oxígeno y controlaba sus constantes vitales.
Tras hacer escala en Madrid y Las Palmas, el policía aterrizó en Málaga – donde reside – pero allí se encontró con una desagradable sorpresa: ni miembros de la policía ni del equipo sanitario le esperaban. Su mujer, que desconocía la gravedad real de su estado, fue quien avisó a la ambulancia.
Finalmente, fue trasladado a la clínica Parque San Antonio de Málaga, donde permaneció ingresado 40 días. Según denuncia el agente en una carta enviada en abril de este año al director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, durante este tiempo «no ha recibido ningún apoyo institucional» y le recortaron la nómina. Ahora, pelea para que le ayuden a sufragar el alto coste que suponen los traslados de Málaga a Madrid para recibir el tratamiento. Lleva ya casi un año en España sufriendo su enfermedad, pero el abandono continúa.
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