18 días en un bosque para evitar la expulsión

El Mundo, ANA DEL BARRIO, 05-09-2007

Una treintena de asiáticos se escapa del centro de acogida de Ceuta y monta un campamento clandestino Más de 365 jornadas de travesía desde Bangladesh hasta El Dorado europeo, dos años en un centro de acogida de Ceuta y 18 días abandonados en un monte. Tras esta larga peregrinación, 33 inmigrantes bangladesíes se enfrentan ahora a la espada de Damocles de la expulsión y, por este motivo, han decidido huir a los bosques que rodean la ciudad autónoma.


En su caso, la residencia temporal se ha convertido en una condena permanente, ya que han permanecido durante más de dos años alojados en el Centro de Estancia Temporal de Ceuta (Ceti).


Después de tanto tiempo en España sin ser repatriados a su país, nunca se imaginaron que les llegaría su turno. Pero la visita del personal de la Embajada de Bangladesh al Ceti levantó todas las alarmas, ya que la identificación de los inmigrantes es el primer paso para su expulsión.


Por este motivo, decidieron iniciar una nueva escapada e instalarse en un campamento clandestino en el monte, antes que regresar a Bangladesh. «Mi país es muy pobre. Mi familia perdió todas sus pertenencias en las inundaciones. No tenemos nada. Sólo queremos un futuro mejor», relata desesperado Salaudi, al otro lado del hilo telefónico.


Ahora, viven perdidos en el bosque, sin comida ni alimentos, en unas condiciones higiénicas lamentables y rodeados de perros y jabalíes. Así lo denuncia una delegación de vecinos del barrio de Lavapiés y de otros distritos de Madrid que se han prestado a darles ayuda, ya que califican su situación de emergencia sanitaria.


«Llevan dos años de permanencia en el Ceti en una situación de limbo y aislamiento; sin trabajo, sin saber qué va a pasar con sus vidas, con la incertidumbre de que cada madrugada llegue la repatriación», critican en un comunicado.


El relato de su periplo desde Bangladesh hasta Ceuta es estremecedor. Pasaron días enteros en el desierto del Sáhara bajo un calor asfixiante, caminando jornadas enteras sin agua ni alimentos mientras eran extorsionados por las mafias. Ahora, los asiáticos sólo piden ser trasladados a la Península como ha sucedido con muchos otros inmigrantes que les han precedido en el camino. «Sentimos que no le importamos a nadie. Después de todos estos días en el monte, nadie nos da una solución. Queremos quedarnos en España y que no nos expulsen», explica Mohamed Mamum, de 24 años.


Desde la Delegación del Gobierno en Ceuta destacaron que la presencia de los 33 inmigrantes de Bangladesh, acampados fuera del Ceti en señal de protesta por temor a ser expulsados del país, está controlada por las fuerzas del orden. Los inmigrantes están siendo vigilados por la Policía Nacional para evitar cualquier tipo de riesgo que pueda producir su presencia en el monte, informa Efe.

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