Los agentes podrán utilizar camisas de fuerza y cascos en las repatriaciones de inmigrantes
Diario de noticias de Gipuzkoa, 04-09-2007AI avisa del riesgo de asfixia para los detenidos y critica que el borrador viola las recomendaciones sobre Derechos Humanos
madrid. Los agentes encargados de repatriar a inmigrantes podrán utilizar “elementos de contención”, como camisas de fuerza y cascos, para evitar que los repatriados se autolesionen, según el protocolo de seguridad que ultima el Ministerio del Interior. El objetivo de este protocolo, que incluye todas las normas de actuación, es coordinar la gestión y ejecución de las repatriaciones de nacionales de terceros países, así como el traslado de detenidos, y garantizar la seguridad de todos los implicados (detenidos, repatriados, escoltas y personal de apoyo). De acuerdo con este borrador, el jefe operativo de las repatriaciones es el responsable de valorar la posibilidad de utilizar elementos de contención (lazos de seguridad, cascos, prendas inmovilizadoras, esposas o similares). De esta forma, los repatriados que se resistan podrán ser inmovilizados con medios que “no pongan en peligro su dignidad e integridad”.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) denunció ayer que dicho borrador no incluye las recomendaciones del comisario europeo responsable de Derechos Humanos y del Consejo de Europa, Franco Frattini, entre las que se incluyen “prohibir el uso de cintas adhesivas, mordazas o cojines”. La responsable de Campañas de Investigación de AI, Eva Suárez Llanos, señaló que “el protocolo sigue siendo ambiguo en aspectos esenciales, no da respuestas a qué medios de inmovilización pueden ser empleados ni da información de los riesgos derivados de su utilización”. “Creemos que hace falta un protocolo preciso sobre el uso de la fuerza, que incluya las recomendaciones de Frattini, que pide prohibir de manera absoluta las cintas adhesivas y el uso de casos y las camisas de fuerzas, que pueden provocar la asfixia”, dijo.
Por otro lado, el juzgado de instrucción número 1 de Elche citó ayer a declarar como testigos a los cuatro miembros de la tripulación del vuelo en el que falleció el nigeriano Osamuyi Akpitaye cuando era deportado a su país. Akpitaye murió el pasado 9 de junio en el interior de un avión cuando, junto a dos compatriotas, era deportado a Nigeria bajo vigilancia policial. La autopsia reveló que murió por asfixia.
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