La Iglesia critica incapacidad para frenar migración

El Universal, María de la Luz González, 03-09-2007

La Arquidiócesis Primada de México criticó ayer la incapacidad de la clase política mexicana ante el problema de la migración y, sobre todo, de las muertes silenciosas de cientos de mexicanos en su intento por cruzar la frontera con Estados Unidos en busca de un mejor futuro.

En el editorial de su órgano informativo Desde la fe, la institución eclesial expuso que durante 2007 han muerto alrededor de 300 mexicanos en su intento por cruzar al vecino país y preguntó cuántos más deben morir para entender que en México deben crearse las condiciones necesarias para un mejor desarrollo.

En el editorial, titulado Muertes que no hacen ruido, reprochó a gran parte de la clase política mexicana de seguir obsesionada en sus intereses partidistas y la búsqueda del poder, mientras cada día se registran más muertes silenciosas en la soledad del desierto.

Repudia trato a centroamericanos

También criticó el trato que se da en México a los migrantes indocumentados de Centroamérica, que sufren humillaciones y maltrato de la policía y otras autoridades mexicanas, sin una solución a su legítima búsqueda de mejores oportunidades.

El problema de la migración continúa, tanto de los mexicanos que se van como de los centroamericanos que cruzan nuestro país viviendo un verdadero vía crucis, al tiempo que gran parte de nuestros políticos siguen trabajando arduamente para sus intereses más mezquinos: el poder y sus prebendas, afirmó.

Los muertos, sostuvo, son sólo un aspecto del drama que viven miles de familias en todo el territorio nacional, divididas por la inmigración, donde padres, madres o hermanos se han visto obligados a salir en condiciones nada favorables, algunos para nunca más regresar.

El tema Elvira Arellano

En el texto, la Arquidiócesis citó el caso de Elvira Arellano, que después de permanecer refugiada un año en un templo de Chicago ante la amenaza de la deportación, finalmente fue separada de su hijo (estadounidense por nacimiento) y enviada a México con los cargos de criminal y fugitiva de la ley.

Ella representa sólo un caso de los más de cinco millones de mexicanos, y otros tanto de otras nacionalidades, que trabajan ilegalmente en Estados Unidos, destacó la institución editorial en su órgano informativo Desde la fe.

La Arquidiócesis Primada de México criticó ayer la incapacidad de la clase política mexicana ante el problema de la migración y, sobre todo, de las muertes silenciosas de cientos de mexicanos en su intento por cruzar la frontera con Estados Unidos en busca de un mejor futuro.

En el editorial de su órgano informativo Desde la fe, la institución eclesial expuso que durante 2007 han muerto alrededor de 300 mexicanos en su intento por cruzar al vecino país y preguntó cuántos más deben morir para entender que en México deben crearse las condiciones necesarias para un mejor desarrollo.

En el editorial, titulado Muertes que no hacen ruido, reprochó a gran parte de la clase política mexicana de seguir obsesionada en sus intereses partidistas y la búsqueda del poder, mientras cada día se registran más muertes silenciosas en la soledad del desierto.

Repudia trato a centroamericanos

También criticó el trato que se da en México a los migrantes indocumentados de Centroamérica, que sufren humillaciones y maltrato de la policía y otras autoridades mexicanas, sin una solución a su legítima búsqueda de mejores oportunidades.

El problema de la migración continúa, tanto de los mexicanos que se van como de los centroamericanos que cruzan nuestro país viviendo un verdadero vía crucis, al tiempo que gran parte de nuestros políticos siguen trabajando arduamente para sus intereses más mezquinos: el poder y sus prebendas, afirmó.

Los muertos, sostuvo, son sólo un aspecto del drama que viven miles de familias en todo el territorio nacional, divididas por la inmigración, donde padres, madres o hermanos se han visto obligados a salir en condiciones nada favorables, algunos para nunca más regresar.

El tema Elvira Arellano

En el texto, la Arquidiócesis citó el caso de Elvira Arellano, que después de permanecer refugiada un año en un templo de Chicago ante la amenaza de la deportación, finalmente fue separada de su hijo (estadounidense por nacimiento) y enviada a México con los cargos de criminal y fugitiva de la ley.

Ella representa sólo un caso de los más de cinco millones de mexicanos, y otros tanto de otras nacionalidades, que trabajan ilegalmente en Estados Unidos, destacó la institución editorial en su órgano informativo Desde la fe.

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