La policía salda las cuentas

El último sucedió hace sólo una semana. Con macabra asiduidad, la Costa del Sol es escenario de crímenes entre grupos mafiosos. Estos son los diez casos investigados desde 2003. Casi todos están esclarecidos

Diario Sur, TEXTO: JUAN CANO / FOTOS: JOSELE-LANZA Y SALVADOR SALAS / MÁLAGA, 03-09-2007

SON el precio de una traición, una mentira o un robo de mercancía. A veces, sólo una señal de advertencia para marcar el territorio. La víctima no suele ser conocida. El autor, una sombra que se aleja en un vehículo a toda velocidad. Su nombre es al principio una incógnita, pero su perfil es claro: el personaje más violento del grupo rival, presto y ducho en el uso de armas, o un sicario a sueldo cuya misión es saldar las cuentas de alguien a quien ni siquiera conoce.

La Costa del Sol, y más concretamente Marbella, se convirtió en refugio y lugar de retiro de mafias y grupos criminales extranjeros. Pero también en campo de batalla. Desde 2003, los ajustes de cuentas se han repetido con una macabra periodicidad. Los policías de la Udyco – especializada en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia internacional – y de la Udev – en delitos violentos – han contabilizado diez casos en ese periodo. SUR se adentra en estos crímenes de la mano de los investigadores.

AGOSTO DE 2007

Sin resolver

Muere un estonio de un tiro en la nuca



El bar Point ha sido escenario de dos ajustes de cuentas en Marbella en apenas un año. El último, el pasado domingo. Un ciudadano estonio identificado como K. K., de 38 años y sin antecedentes en España murió tras recibir un disparo en la cabeza. Un hombre descendió de una moto, se acercó a él a pie y sin quitarse el casco y le descerrajó un tiro. En la moto, arrancada, le esperaba su cómplice y conductor.

Hasta el momento, los investigadores de la Udyco han podido averiguar el entorno en el que se movía la víctima en Málaga. Según fuentes de la investigación, su mejor amigo, al que le constan antecedentes, supuestamente es miembro de un grupo criminal al que se atribuyen robos, atracos y hasta secuestros.

DICIEMBRE DE 2006

Sin resolver

Matan a un vigilante en una caseta de obra



El Grupo de Homicidios de la Udev mantiene abierta una investigación para resolver el asesinato en Málaga de un vigilante de seguridad, R.A., cuando tenía 31 años. Recibió un disparo en la cabeza en la caseta de obra en la que trabajaba, en la calle Begoñana, entre las 4.30 y las 5.00 horas del 7 de diciembre.

Aunque al principio se planteó la hipótesis del robo, pronto cobró fuerza la principal línea de investigación que sigue la policía, que es el ajuste de cuentas.

JULIO DE 2006

Esclarecido

Un francotirador en el bar Point



El inglés William M. (43 años) estaba con otras tres personas tomando algo en la terraza del bar Point. Le alcanzaron cinco disparos hechos desde de una zona ajardinada. Murió en el acto.

La policía investigó su historial delictivo – tenía varios antecedentes – y pudo vincularlo a un grupo criminal. Los agentes descubrieron que se trataba de una ‘vendetta’ dentro de la organización. Lograron detener a toda la banda menos al que consideran autor material, que era el socio del fallecido, que sigue buscado. Tampoco apareció el arma.

FEBRERO DE 2006

Resuelto

El crimen de la calle Bodegueros



Se pensó en un atraco, pero había algo que no cuadraba: el ensañamiento. El autor vació el cargador de su pistola sobre Julián José D. V., un joven madrileño de 29 años que residía en Benalmádena. Falleció en la sala de operaciones del Hospital Clínico tras recibir cinco tiros.

La policía orientó pronto sus pesquisas al ajuste de cuentas. Una intensa investigación desembocó en una semana en la detención de un joven de 18 años, F. J. C. M., como presunto autor de los disparos. Días después, se entregó en comisaría el conductor de la moto en la que escapó el pistolero, R. S. S., de 21 años.

Según informaron entonces fuentes cercanas al caso, el tiroteo se produjo por un engaño en una venta de cocaína. La víctima rechazó la mercancía al creer que lo estaban timando. Tras una discusión, el primero de los detenidos sacó un arma y vació el cargador.

ENERO DE 2005

Esclarecido

Disparo en la nuca desde un ciclomotor



Vicenzo M., de 55 años, estaba pendiente de ser extraditado a Italia por su implicación en el narcotráfico. No tuvo tiempo. Un motorista se detuvo junto a él, sacó una pistola – calibre 9 milímetros Parabellum – y, sin mediar palabra, le asestó un único disparo en la cabeza. El asesino huyó en un ciclomotor rojo.

Ocurrió en un aparcamiento de Marbella, el 19 de enero de 2005. Poco después, los agentes de la Udyco arrestaron a un hombre de origen jamaicano como presunto colaborador del sicario, que estaba identificado. No pudo ser detenido. El 28 de febrero, el que la policía consideraba autor del asesinato de Vicenzo M. encontró la muerte al ser tiroteado cuando se encontraba hablando por teléfono en una cabina en Italia. La ley de talión.

Los investigadores sospechan que el crimen fue ordenado por alguien del entorno de Vicenzo en España. Se le relacionó con un importante grupo de delincuentes que se dedicaba a introducir hachís desde el norte de África directamente hasta Italia.

DICIEMBRE DE 2004

Sin resolver

Asesinan por error a un niño y a un hombre



El ajuste de cuentas más sangriento que se recuerda en la Costa ocurrió en diciembre de 2004. Tres encapuchados con fusiles de asalto descendieron de un Audi S4 y abatieron primero a un guardaespaldas, que al verlos, intentó repeler el ataque con un revólver del calibre 635. Los sicarios utilizaron tres Kalashnikov.

Luego entraron en la peluquería Cosmo, en la galería comercial de los aledaños del hotel H10 Andalucía Plaza, en Marbella, en busca de su verdadero objetivo, al parecer, un ciudadano francés. Abrieron fuego sin contemplaciones. Dejaron más de 70 casquillos, dos cadáveres – el de un niño de siete años y el del peluquero italiano Cosmo – y tres heridos.

Armas propias de una guerra en manos inexpertas. Es la principal conclusión que sacaron en claro los agentes de la Udyco, que han seguido varias líneas de investigación en este caso. Atribuyen el cruento ajuste de cuentas a la rivalidad entre mafias argelino – francesas.

Los investigadores creen saber quiénes son los inductores del tiroteo. De hecho, aseguran fuentes policiales, al menos tres o cuatro han sido detenidos desde entonces por otros motivos, aunque, hasta ahora, no se les han podido imputar los asesinatos de la peluquería Cosmo.

De los autores, los agentes tienen la sospecha de que son sicarios contratados, posiblemente en los alrededores de París, para realizar el trabajo. El objetivo, sin embargo, salió ileso.

NOVIEMBRE DE 2004

Resuelto

Un cadáver con vida en el maletero de un coche



Ahmed A. fue torturado hasta el límite de lo inhumano. Los secuestradores le rompieron las dos piernas, le aplastaron los dedos de los pies y las manos, le cosieron el cuerpo a puñaladas y lo remataron con 15 disparos. Lo abandonaron, agonizante, en el maletero de un Seat León en las inmediaciones del pantano del Agujero. Cuando la policía lo encontró, aún le quedaba un hálito de vida.

La muerte de Ahmed fue investigada por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, aunque la culminó la sección de Crimen Organizado de la Udyco – Costa del Sol por sus claros tintes mafiosos. En menos de un mes, los agentes detuvieron a 13 presuntos integrantes de una banda de gánsteres dedicada al secuestro y posterior ejecución de narcotraficantes, según informó entonces la policía. La banda sometía a sus víctimas a interrogatorios plagados de torturas y mutilaciones hasta que confesaban dónde ocultaban la droga o el dinero.

OCTUBRE DE 2004

Resuelto

Ejecución entre serbios en Guadalmina



Los clientes se percataron de que discutían con vehemencia, pero no podían imaginar el desenlace. Varios individuos sentados en dos mesas estaban gritándose hasta que uno de ellos se puso en pie y sacó una pistola. Sonido de disparos. El primero, al aire. Los demás proyectiles – cinco – impactaron en el cuerpo de un hombre de origen serbio, de unos 35 años, que murió en el acto.

Los implicados huyeron por separado, y fueron detenidos del mismo modo. En noviembre de 2005, la policía remató una larga investigación con los arrestos de cinco personas relacionadas con el grupo de delincuentes al que se atribuye el crimen de Guadalmina.

Un mes antes, los agentes de la Udyco detuvieron en el aeropuerto de El Prat al serbio A. P., alias Atco y Jokic Rados, de 38 años, como presunto autor material del asesinato su compatriota. Otras dos personas que participaron en el ajuste de cuentas habían sido arrestadas anteriormente.

Respecto al móvil del crimen, los investigadores lo achacaron a las desavenencias entre el grupo, aunque el pasado de los implicados deja abierta cualquier posibilidad. Algunos de ellos pudieron pertenecer al servicio secreto del dictador serbio Slobodan Milosevic.

ENERO DE 2004

Esclarecido

Tiroteo en el ‘parking’ de La Cañada



Reunión a tres bandas en el aparcamiento del centro comercial La Cañada para un negocio de drogas. Pero entre ellos había un asesino. El sicario sacó un arma y descerrajó un disparo en la nuca al marroquí A. M., de 34 años, y tiroteó en el abdomen y en el glúteo a otro hombre de 45 años, que quedó malherido. Ambos estaban junto a un todoterreno de lujo. La víctima, que portaba documentación belga, acumulaba antecedentes penales por tráfico de droga y estaba buscado por la justicia de ese país y de Marruecos. La policía lo vinculó a un grupo de narcotraficantes que guardaba 7.500 kilos de hachís en un chalé de Marbella, que fueron recuperados poco después del crimen.

Los agentes que registraron la vivienda hallaron un subfusil de fabricación rusa, seis pistolas, un revólver y dos silenciadores en un chalé de Marbella, además de la mercancía. Todo parecía indicar que sus ocupantes, que tenían la misión de custodiar la droga, huyeron en desbandada al conocer el asesinato de A. M.

Los investigadores descubrieron que la ‘vendetta’ estuvo motivada por un enfrentamiento entre bandas rivales, enemistadas por el secuestro del familiar de una de estas en Holanda. Según fuentes de la investigación, la policía logró detener a dos presuntos colaboradores y encubridores del crimen – un español y un búlgaro – e identificaron al autor, un sicario contratado para matar y huir. Aún está en busca y captura.

DICIEMBRE DE 2003

Esclarecido

Dos heridos de bala por un ajuste entre narcos



Los pistoleros lo acecharon desde un coche. Lo estuvieron esperando hasta que apareció y se vio sorprendido por el sonido de unos disparos. La víctima, un ciudadano inglés, resultó herida por impactos de bala, según fuentes policiales. Los autores emprendieron la huida y se inició una persecución por las calles de Marbella. El objetivo del ajuste de cuentas y un policía local que persiguió a los pistoleros resultaron heridos de bala, aunque ninguno de los dos perdió la vida. Las víctimas pudieron reconocer a los autores del tiroteo. La policía dio por esclarecido el intento de asesinato. El móvil, de nuevo, un negocio de drogas.

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