En lo que va de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa han muerto alrededor de 300 migrantes en su intento por atravesar la frontera de manera indocumentada hacia Estados Unidos. Tan sólo en 2007, se han registrado 294 muertes, de las que 172 ocurrieron en Arizona; 80 en Texas; 33 en California, y 9 en Nuevo México.

De acuerdo con información de la Dirección General de Protección y Asuntos Consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de esos 294 cuerpos 115 no han sido identificados, pero se presume que son mexicanos.

Las cifras han variado y no se puede hablar de un incremento, pero si de una constante que supera los 350 decesos por año, pues en 2001 se registraron 391 muertes y para 2002 las víctimas descendieron a 371.

En 2003 los fallecidos aumentaron a 412, pero la cifra disminuyó a 369 en 2004. Sin embargo, 2005 fue el año más caótico, pues murieron 443 mexicanos. Para 2006, el número de decesos se redujo a 426, de acuerdo con información oficial.

El aumento de muertes de manera drástica se presentó en los últimos cuatro años de la administración del presidente Zedillo (entre 1997 – 2000), lapso en el que se registraron mil 301 muertes y donde el incremento fue en un año hasta de ciento por ciento de 1997, con un registro de 129 muertes, pasó en 1998 a 325. En 1999 murieron 356 mexicanos y en 2000 se disparó a 491.

Desde 2004 a la fecha han muerto más de 600 mexicanos que pretendieron internarse de manera indocumentada por la frontera de Arizona, Estados Unidos. Ha sido principalmente el desierto de Sonora – Arizona, llamado por la Patrulla Fronteriza como el corredor de la muerte, el que ha cobrado las vidas de estos connacionales.

Las condiciones del desierto, con temperaturas por arriba de los 40 grados centígrados, sequía y animales peligrosos, combinado con la actividad ilícita de los coyotes o polleros, y los criminales llamados tumbadores o bajadores, que asaltan a los migrantes en esta zona, han sido factores determinantes para el deceso de los mexicanos.

En lo que va de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa han muerto alrededor de 300 migrantes en su intento por atravesar la frontera de manera indocumentada hacia Estados Unidos. Tan sólo en 2007, se han registrado 294 muertes, de las que 172 ocurrieron en Arizona; 80 en Texas; 33 en California, y 9 en Nuevo México.

De acuerdo con información de la Dirección General de Protección y Asuntos Consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de esos 294 cuerpos 115 no han sido identificados, pero se presume que son mexicanos.

Las cifras han variado y no se puede hablar de un incremento, pero si de una constante que supera los 350 decesos por año, pues en 2001 se registraron 391 muertes y para 2002 las víctimas descendieron a 371.

En 2003 los fallecidos aumentaron a 412, pero la cifra disminuyó a 369 en 2004. Sin embargo, 2005 fue el año más caótico, pues murieron 443 mexicanos. Para 2006, el número de decesos se redujo a 426, de acuerdo con información oficial.

El aumento de muertes de manera drástica se presentó en los últimos cuatro años de la administración del presidente Zedillo (entre 1997 – 2000), lapso en el que se registraron mil 301 muertes y donde el incremento fue en un año hasta de ciento por ciento de 1997, con un registro de 129 muertes, pasó en 1998 a 325. En 1999 murieron 356 mexicanos y en 2000 se disparó a 491.

Desde 2004 a la fecha han muerto más de 600 mexicanos que pretendieron internarse de manera indocumentada por la frontera de Arizona, Estados Unidos. Ha sido principalmente el desierto de Sonora – Arizona, llamado por la Patrulla Fronteriza como el corredor de la muerte, el que ha cobrado las vidas de estos connacionales.

Las condiciones del desierto, con temperaturas por arriba de los 40 grados centígrados, sequía y animales peligrosos, combinado con la actividad ilícita de los coyotes o polleros, y los criminales llamados tumbadores o bajadores, que asaltan a los migrantes en esta zona, han sido factores determinantes para el deceso de los mexicanos.