El primer ministro francés, François Fillon, llamó ayer por teléfono con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para «disipar cualquier malentendido» y asegurarle que Francia «comprende» que la regularización «masiva» de inmigrantes emprendida por el Ejecutivo español en 2005 fue en ese momento «la única solución»para acabar con una situación «compleja y delicada». En un breve comunicado difundido por el Palacio de Matignon, la oficina del primer ministro afirmó que Fillon y Zapatero coincidieron en que la política de inmigración «debía continuar siendo objeto de una estrecha cooperación» entre los dos países.

El domingo , Fillon relató en una entrevista en TF1 que Zapatero, con quien se reunió a finales de julio en Madrid, lamentaba «amargamente» haber emprendido esa regularización masiva y señaló que se había «comprometido a no volver a hacerlo».Un día después, Moratinos defendió esa regularización como un «éxito» y Zapatero aseguró que no se arrepiente de haber llevado a cabo ese proceso.