Broadway le cambió la vida

El Universal, 29-08-2007

Bianca Marroquín, al igual que su personaje en el musical Chicago, logró poner su nombre en los periódicos: El resultado de haberse convertido en la primera mexicana en caracterizar a Roxy Hart en Broadway le cambió la vida, ya que de alguna manera la motivó a trabajar intensamente para tratar de abrir camino en el teatro a los actores latinos en Estados Unidos.

Nació en Matamoros (Tamaulipas); creció y estudió en Monterrey; y debutó a los 21 años en la ciudad de México, en el musical La Bella y la Bestia; más tarde hizo El fantasma de la ópera, y desde entonces no se ha bajado de un escenario.

Próximamente, y como una consecuencia de esa lucha porque la industria en Hollywood cambie el estereotipo de la mujer latina, Bianca Marroquín participará en la telenovela One life to live, en el que dará vida al personaje de Yolanda Ruiz, y que constituye su debut oficial en la televisión estadounidense.

Por supuesto que la también bailarina y cantautora confiesa que no descarta la posibilidad de ser una especie de Salma Hayek entre los actores latinos de teatro en Estados Unidos, y que entonces cuando el público lea el programa de mano en las funciones sepa que los extranjeros tienen un lugar bien ganado.

—Como dice la canción de Joaquín Sabina, ¿a qué lugar en donde fuiste feliz no regresarías?

—Fui feliz en Matamoros, mi mamá falleció hace tres meses, y cargo los recuerdos. Ella siempre estuvo ahí para apoyarnos.

Recuerdo Matamoros cuando cumplí 15 años, ese año cumplimos 15 años todas las hijas de los padres que eran parte del Casino, de la sociedad de Matamoros. Íbamos a los ensayos todos los domingos al Casino.

El verano de 1991, antes del debut me trae recuerdos muy padres, de mucho festejo, mucha alegría. Esa noche, todas íbamos vestidas de blanco, los papás y los chambelanes.

—¿Con qué mujer de la historia te identificas y por qué?

—No sé, nunca pienso que quiera ser alguien, admiro a varias mujeres y no todas sus vidas, admiro ciertos espectáculos que hicieron. Creo que el ejemplo que quiero seguir es el de mi madre, pero por la persona que fue, por sus principios y sus valores.

Si de elegir a una mujer famosa se trata, entonces admiro mucho la valentía de Shirley McLaine porque pudo hacer todo, televisión, cine y teatro que es algo que finalmente quiero llegar a ser.

—¿Eres revolucionaria?

—Sí, creo que todo lo que te va pasando te va cambiando, y tienes que volver a empezar. Yo empecé muy ingenua, vengo de una familia muy tradicional, cuando llegué a La Bella y la Bestia tenía 21 años; a los 25 me dieron Roxy, no tenía muchas experiencias para aportarle al personaje.

—¿Qué lado de Roxy Hart ha descubierto Bianca Marroquín?

—He tenido el personaje desde hace seis años, cada vez que regreso a ella regreso más madura, también como mujer, las cosas que veo, con las que me topo.

Roxy Hart es más complejo de lo que es, al principio todo era muy cómico, muy caricaturesco todo el personaje, yo veía como las actrices lo apartaban. Por ahí tuve algún maestro que me ayudo mucho a ver todo el tipo de emociones que podía abarcar, el reto de hacer ese acto todas las noches, y saber que cada público es diferente.

—¿Y cómo fue la experiencia de interpretar a un Roxy más oscura?

—¡Padrísima! Solía hacer un ejercicio como actriz, y me iba a los lugares obscuros, sitios a los que muchas actrices le tienen miedo porque piensan que no van a lograr una empatía con el público, entonces yo decidí irme a lo más feo, me di cuenta que lo que las personas traen en la cabeza no cualquiera puede sacarlo a la luz, todo ese tipo de cosas, yo trataba de demostrarles la parte humana de Roxy.

Bianca Marroquín, al igual que su personaje en el musical Chicago, logró poner su nombre en los periódicos: El resultado de haberse convertido en la primera mexicana en caracterizar a Roxy Hart en Broadway le cambió la vida, ya que de alguna manera la motivó a trabajar intensamente para tratar de abrir camino en el teatro a los actores latinos en Estados Unidos.

Nació en Matamoros (Tamaulipas); creció y estudió en Monterrey; y debutó a los 21 años en la ciudad de México, en el musical La Bella y la Bestia; más tarde hizo El fantasma de la ópera, y desde entonces no se ha bajado de un escenario.

Próximamente, y como una consecuencia de esa lucha porque la industria en Hollywood cambie el estereotipo de la mujer latina, Bianca Marroquín participará en la telenovela One life to live, en el que dará vida al personaje de Yolanda Ruiz, y que constituye su debut oficial en la televisión estadounidense.

Por supuesto que la también bailarina y cantautora confiesa que no descarta la posibilidad de ser una especie de Salma Hayek entre los actores latinos de teatro en Estados Unidos, y que entonces cuando el público lea el programa de mano en las funciones sepa que los extranjeros tienen un lugar bien ganado.

—Como dice la canción de Joaquín Sabina, ¿a qué lugar en donde fuiste feliz no regresarías?

—Fui feliz en Matamoros, mi mamá falleció hace tres meses, y cargo los recuerdos. Ella siempre estuvo ahí para apoyarnos.

Recuerdo Matamoros cuando cumplí 15 años, ese año cumplimos 15 años todas las hijas de los padres que eran parte del Casino, de la sociedad de Matamoros. Íbamos a los ensayos todos los domingos al Casino.

El verano de 1991, antes del debut me trae recuerdos muy padres, de mucho festejo, mucha alegría. Esa noche, todas íbamos vestidas de blanco, los papás y los chambelanes.

—¿Con qué mujer de la historia te identificas y por qué?

—No sé, nunca pienso que quiera ser alguien, admiro a varias mujeres y no todas sus vidas, admiro ciertos espectáculos que hicieron. Creo que el ejemplo que quiero seguir es el de mi madre, pero por la persona que fue, por sus principios y sus valores.

Si de elegir a una mujer famosa se trata, entonces admiro mucho la valentía de Shirley McLaine porque pudo hacer todo, televisión, cine y teatro que es algo que finalmente quiero llegar a ser.

—¿Eres revolucionaria?

—Sí, creo que todo lo que te va pasando te va cambiando, y tienes que volver a empezar. Yo empecé muy ingenua, vengo de una familia muy tradicional, cuando llegué a La Bella y la Bestia tenía 21 años; a los 25 me dieron Roxy, no tenía muchas experiencias para aportarle al personaje.

—¿Qué lado de Roxy Hart ha descubierto Bianca Marroquín?

—He tenido el personaje desde hace seis años, cada vez que regreso a ella regreso más madura, también como mujer, las cosas que veo, con las que me topo.

Roxy Hart es más complejo de lo que es, al principio todo era muy cómico, muy caricaturesco todo el personaje, yo veía como las actrices lo apartaban. Por ahí tuve algún maestro que me ayudo mucho a ver todo el tipo de emociones que podía abarcar, el reto de hacer ese acto todas las noches, y saber que cada público es diferente.

—¿Y cómo fue la experiencia de interpretar a un Roxy más oscura?

—¡Padrísima! Solía hacer un ejercicio como actriz, y me iba a los lugares obscuros, sitios a los que muchas actrices le tienen miedo porque piensan que no van a lograr una empatía con el público, entonces yo decidí irme a lo más feo, me di cuenta que lo que las personas traen en la cabeza no cualquiera puede sacarlo a la luz, todo ese tipo de cosas, yo trataba de demostrarles la parte humana de Roxy.

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