Uno de los últimos trámites que los extranjeros deben superar para conseguir la nacionalidad española es una entrevista con el juez encargado del registro civil donde se presenta la solicitud. Éste debe comprobar la documentación que se aporta y, mediante una entrevista personal, el grado de arraigo e integración del solicitante. Previamente, el extranjero ha contestado una docena de preguntas por escrito. Una vez cara a cara, el juez le hace preguntas sobre España, sin temario preestablecido.

LA PRESIDENTA DE MADRID. Se trata de cuestiones como: ¿En qué comunidad autónoma está la provincia de Cádiz? o ¿Quién es la presidenta de la Comunidad de Madrid? Hay casos en que los jueces interrogan sobre el cine español o por cuántos partidos políticos conoce el solicitante. Muy recurrente es también la pregunta sobre qué medios de comunicación utiliza para informarse de la actualidad nacional. También suele interrogar el juez sobre datos contenidos en el dossier aportado, como cuál es el salario del solicitante o cuáles los empleos que ha tenido en España.

LA POLICÍA TE VIGILA. Y es que garantizar que se dispone de medios de vida es un requisito indispensable para obtener el pasaporte español. Hasta tal punto que no es infrecuente que agentes de la policía comprueben personalmente cómo vive quien quiere convertirse en ciudadano de este país.

EL CUESTIONARIO AUSTRALIANO. El interrogatorio transcurre por entero a criterio del juez, cosa que no sucede en otros países. Como Australia, donde se acaba de aprobar un reglamento que incluye un cuestionario de 200 preguntas de cultura general sobre el país para los solicitantes de la nacionalidad. De ellas se escogen 20 al azar y se exige al aspirante que acierte un mínimo de 12 para continuar adelante con el proceso.