El reto de la inmigración
Ronaldinho y 60.000 más
El número de nacionalizaciones se ha multiplicado por cinco en siete años
La Vanguardia, , 29-08-2007Los jugadores del Barça Ronaldinho y Giovani dos Santos son los últimos en sumarse a la lista. En el 2006, uno de cada tres extranjeros que obtuvieron el pasaporte español era ecuatoriano
LUIS IZQUIERDO – MADRID
Las ventajas de tener un pasaporte europeo no son patrimonio exclusivo de los futbolistas de elite. De hecho, los jugadores del FC Barcelona Ronaldinho y Giovani dos Santos, que esta semana estrenarán la nacionalidad española, son sólo dos de los más de 60.000 extranjeros que este año obtendrán esta condición. En el 2006, el número de nacimientos en España fue de 481.102
La evolución del fenómeno migratorio ha crecido en paralelo a la solicitud de la nacionalidad y ha permitido que 250.000 inmigrantes llegados en los últimos siete años ya sean españoles. Si en el año 2000 fueron casi 12.000 los pasaportes concedidos a ciudadanos de otros países, en el 2006 el número de nacionalizaciones alcanzó el récord histórico de 62.335, según los datos facilitados por el Ministerio de Justicia.
En el caso de los ecuatorianos, la evolución es explosiva: en el 2001 se convirtieron en españoles 508, y en el 2006 fueron 19.477. El portavoz de la Federación de Asociaciones de Ecuatorianos en España, César Riera, detalló a La Vanguardia las ventajas para los inmigrantes : “El pasaporte te abre muchas más puertas, como poder salir y regresar cuando quiera (con el permiso de residencia el plazo máximo para estar fuera de España es de seis meses)”.
Y para los latinoamericanos, conseguirlo precisa de mucho menos tiempo de residencia que para el resto. Mientras que para el resto de las nacionalidades es requisito indispensable vivir en España de forma legal durante diez años, los nacionales de los países latinoamericanos, los andorranos, los filipinos y los guineanos sólo deben acreditar dos años. Además, los ciudadanos de los citados países pueden conservar su pasaporte de origen y acogerse a la doble nacionalidad, mientras que el resto debe renunciar expresamente a seguir siendo ciudadano de su país de origen.
Claro que ese es sólo uno de los requisitos necesarios para iniciar el proceso de nacionalización. Además de los documentos sobre sus datos de origen y los certificados de antecedentes penales, tanto de su país de nacimiento como de España, deben aportarse otros que prueben el grado de integración en el país, como el certificado de empadronamiento, las nóminas o certificados sobre la vida laboral, entre otros.
La solicitud, que el registro civil remite a la dirección general de Registros y del Notariado del Ministerio de Justicia, debe recibir posteriormente los informes favorables del Ministerio del Interior y del de Defensa, así como la conformidad de la Fiscalía. Lo complejo del proceso y el abultado y creciente número de solicitudes hacen que el propio Ministerio de Justicia informe a los solicitantes de que el plazo para la consecución del proceso oscila entre los 18 y los 24 meses. No obstante, algunos casos a punto de finalizar han requerido casi tres años.
La jura o promesa de la Constitución no es el último paso. Después, deben acudir a imprimir sus huellas dactilares ante la Policía y esperar unos seis meses para obtener materialmente el pasaporte. Para conseguir el DNI todavía deben pasar otros seis meses más.
Sin embargo, la enorme dilación de todo el largo proceso no es obstáculo para que un porcentaje importante de los extranjeros residentes en España se embarque hasta obtener la nacionalización.
Así, si tenemos en cuenta sólo al colectivo de los países iberoamericanos y establecemos un plazo medio de cuatro años para concluir el proceso (dos de residencia y dos de trámites), la cifra de originarios de esos países que obtienen la nacionalidad española se mueve entre el 11% y el 16% de entre los llegados entre 1999 y 2002. En el caso de los ecuatorianos, en el 2003 el Ministerio del Interior tenía registrados 174.289 permisos de residencia de nacionales de ese país. Hasta el pasado 30 de junio, Justicia ha concedido cerca de 50.000 pasaportes españoles a ciudadanos de Ecuador.
Al margen de la nacionalización por motivos de residencia – la vía más común-, adopción (ser adoptado por un español) y opción (para menores que están en situación de escoger ser españoles), existe una vía para casos excepcionales. Se trata de la nacionalización por carta de naturaleza y en ella encajan situaciones de lo más diversas, aunque siempre dentro del interés nacional. Estos casos deben ser aprobados en Consejo de Ministros y se han utilizado para individuos como deportistas de elite extranjeros que quieren convertirse en españoles. La aceleración del proceso les permite competir por España de inmediato, ya que se reduce el largo trámite para la obtención del pasaporte a sólo unas semanas. También se usó esta vía en la nacionalización de las víctimas extranjeras de los atentados del 11-M. Ronaldinho y Dos Santos han seguido otra vía, el mismo dilatado proceso que los 62.335 extranjeros que en el 2006 obtuvieron nacionalidad española.
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