Inmigrantes supervivientes de un naufragio denuncian a Salvamento por negligencia

Sólo 48 personas pudieron ser rescatadas con vida de las 136 que viajaban en la embarcación

La Razón, Agencias , 29-08-2007

las palmas- Un grupo de inmigrantes supervivientes de un naufragio ocurrido el pasado 19 de julio al sur de Canarias, en el que murieron 88 «sin papeles», ha presentado una querella en la Audiencia Nacional contra Salvamento Marítimo por homicidio imprudente al considerar que el rescate fue «negligente».
La querella, cuya admisión a trámite está pendiente, mantiene que una de las dos embarcaciones de Salvamento Marítimo que acudió al rescate del cayuco, en el que viajaban 136 inmigrantes, golpeó la embarcación en su maniobra, lo que la partió en dos y sus ocupantes cayeron al mar y muchos de ellos se ahogaron, indicaron fuentes jurídicas.
Esta querella, que se basa en las afirmaciones realizadas por algunos supervivientes, ya fue rechazada por el juzgado de inmigración de Arona (Tenerife), al estimar que no era competente para conocer los hechos denunciados ya que éstos ocurrieron en aguas internacionales.
Hace un mes, el capitán marítimo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Antonio Padrón, manifestó que eran falsos, tendenciosos y malintencionados los hechos contenidos en la querella porque no era cierto que el cayuco se partiera a causa de las maniobras de rescate de un barco de Salvamento Marítimo.
Tras ser rechazada en los juzgados de Arona, el abogado de los querellantes, Plácido Alonso Peña, presentó el pasado 24 de agosto la querella en la Audiencia Nacional, que, según el letrado, tiene que resolver esta semana si la admite a trámite y dispone las medidas cautelares solicitadas.
La querella, interpuesta por quince de los 48 supervivientes que perdieron a familiares en la tragedia, relata que los hechos tuvieron lugar a 89 millas náuticas al suroeste de Punta de La Rasca, en Los Cristianos, cuando se paró el cayuco al quedarse sin combustible. El remolcador «Luz de Mar» de Salvamento Marítimo acudió en ayuda de los inmigrantes, a los que, mediante pizarras, les indicaron que esperasen a ser rescatados.
Seis horas después llegó el remolcador «Conde de Gondomar», que se aproximó «demasiado deprisa, rodeando el cayuco», lo que provocó una ola que desestabilizó la embarcación, según la querella. A consecuencia de la «brusquedad de la maniobra», añade, el remolcador golpeó al cayuco «partiéndolo en dos, en expresión de los querellantes (tac,tac,tac), provocando su inminente hundimiento» y la muerte de 88 inmigrantes. Según la querella, este «elevado número de muertes se produjeron sin lugar a dudas porque los barcos de Salvamento no iban dotados de dispositivos flotantes adecuados para lanzarlos al agua».
Consideran que el delito cometido es de homicidio imprudente porque la acción de Salvamento Marítimo «no iba dirigida ni a lesionar, ni a matar, pero fue realizada con la negligencia, imprudencia o falta del debido cuidado que ha dado lugar a un resultado mortal».

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