ESPAÑA

El presidente del Gobierno no se arrepiente de la regularización de inmigrantes de 2005

Las Provincias, A. FABIÁN, 29-08-2007

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer las bondades de la regularización extraordinaria de inmigrantes que hizo su gabinete en 2005 y dejó claro que no se arrepiente de la medida. El jefe del ejecutivo desmintió así los recientes comentarios del primer ministro francés, François Fillon, quien atribuyó al mandatario español una autocrítica sobre aquella decisión.

La legalización de extranjeros en situación irregular fue “un proceso necesario, conveniente y positivo”, aseguró Rodríguez Zapatero en declaraciones a los periodistas antes de reunirse con el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, en el ayuntamiento de Villanueva de Oscos, la localidad donde pasa unos días de vacaciones con su familia.

“Los empresarios no pueden tener trabajadores que estén en la ilegalidad”, afirmó el jefe del Ejecutivo y justificó la medida de carácter extraordinario por las circunstancias del momento. “Cuando llegamos había 700.000 inmigrantes en situación de ilegalidad que, desde luego, mi Gobierno no va a consentir”, explicó y añadió que “nadie puede trabajar” en tales condiciones. Rodríguez Zapatero atribuyó a “una mala interpretación” de sus palabras las declaraciones de Fillon a la televisión francesa donde el primer ministro francés aseguró que el presidente español lamenta haber regularizado a los inmigrantes en 2005.

Aclaración de Francia

El primer ministro francés, François Fillon, entiende que el presidente español “no tuvo otra opción” que regularizar a inmigrantes indocumentados cuando lo hizo, indicaron ayer a Efe fuentes de su entorno. El primer ministro francés hizo ese comentario al defender la política francesa de reconducción a sus países de los sin papeles.

Fillon, cuando se reunió con Zapatero en Madrid a finales del mes pasado, entendió que cuando España llevó a cabo la regularización, “no había tenido otra opción, porque las circunstancias en aquella época se lo imponían”, indicaron ayer las fuentes francesas que trataron de aclarar el malentendido.

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