«A Zapatero le entiende mal todo el mundo, le pasó con CiU, con ERC, con el PP y ahora el ministro francés». De esta manera analizó ayer Eduardo Zaplana la polémica entre el François Fillon y el presidente español por las confesiones de éste último sobre su política inmigratoria. El portavoz popular, con un poco de ironía, afirmó que el gobierno tiene un «problema de comunicación serio».

Zaplana quiso aprovechar el cruce de declaraciones entre los ejecutivos francés y español para criticar el proceso de regularización de inmigrantes que el Gobierno de Zapatero acometió en 2005. «Si nos hubiéramos ahorrado este proceso, ahora estaríamos mejor: el Gobierno se ha equivocado en todo», añadió.

Para los populares, Zapatero se «arrepiente» de haber llevado a cabo esta regularización que ha sido criticada varias veces por nuestros vecinos. «La regularización ahora ya no es el ejemplo de Europa», afirmó Zaplana.

Estas críticas se suman a las que el lunes efectuó el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, que pidió al presidente del Ejecutivo que acudiese al Congreso para explicar las excusas que ofrece a otros gobiernos europeos. Elorriaga aseguró que cada vez que Zapatero acude a las cumbres europeas a pedir ayuda, sus socios le echan en cara la regularización que emprendió sin avisar.