os políticos franceses acostumbran en los últimos tiempos a poner a España como ejemplo. El primer ministro François Fillon lohahechosobre la inmigración, peropara valorar el supuesto arrepentimiento de Zapatero de haber regularizado a ilegales.

LLUÍS URÍA – Corresponsal PARÍS

La política de inmigración española enfrentó a Zapatero y Sarkozy, que después han recompuesto sus relaciones personales
.- José Luis Rodríguez Zapatero habría reconocido ante su homólogo francés, François Fillon, que cometió un grave error al decidir en el 2005 la regularización masiva de los inmigrantes ilegales residentes en España, según explicó el jefe del Ejecutivo galo en una entrevista al canal de televisión TF1 el domingo por la noche. La supuesta confidencia del presidente del Gobierno español se habría realizado durante la reunión que ambos mantuvieron el 27 de julio en Madrid.

“Yo encontré justo antes de las vacaciones al señor Zapatero, que había regularizado a cientos de miles de clandestinos y que hoy lo lamenta amargamente, y que en todo caso se ha comprometido a no hacerlo más”, afirmó el primer ministro francés en TF1, poniendo el caso español como ejemplo para justificar la política francesa de expulsión de inmigrantes ilegales. “No hay otra solución, Francia no puede acoger a todo el mundo. Es un problema que tenemos todos los países europeos. Nuestras economías, nuestros sistemas sociales, nuestros sistemas culturales no pueden soportar una llegada no controlada de población extranjera”, añadió.

La breve y conocida reflexión de Fillon sobre el problema de la inmigración – de apenas dos minutos- y la escueta alusión a Zapatero no han merecido atención alguna por parte de los medios de comunicación franceses, quienes por otra parte apenas se han hecho eco de la entrevista. Pero ha levantado una pequeña tormenta política en España.

El PP, a través de su secretario de comunicación, Gabriel Elorriaga, reclamó a Zapatero que las “explicaciones y excusas” que ofrece a los gobiernos europeos por la regularización masiva de inmigrantes las convierta en una “disculpa” a los ciudadanos españoles. Para el PP, el proceso de regularización ha sido un “completo fracaso”, porque no ha logrado parar la inmigración ilegal.

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, salió en defensa del proceso de regularización en España – “Yo creo que la regulación de inmigrantes fue un gran éxito en España, muchos países lo han reconocido y es un modelo”, afirmó-, mientras entidades como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o la asociación hispanoecuatoriana Rumiñahui expresaban su sorpresa e incredulidad ante las declaraciones de Fillon. El secretario general adjunto de CEAR, Mauricio Valiente, las atribuyó a “lo que el primer ministro francés ha querido escuchar o interpretar”.

La regularización decidida en el 2005, que permitió la legalización de 578.000 inmigrantes residentes en España, fue ásperamente criticada en su momento por el presidente francés y entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que acabó protagonizando un rifirrafe mediático con Zapatero. El cambio de política migratoria decidido posteriormente por el Gobierno español y un discreto trabajo diplomático destinado a suavizar las relaciones – que culminó con una entrevista telefónica entre Zapatero y Sarkozy- acabaron por cerrar aquella herida. Hoy el presidente francés no tiene sino elogios para el presidente español, como anota sucintamente la dramaturga Yasmina Reza en su reciente libro sobre Sarkozy, El alba, el anochecer o la noche,a quien el presidente francés no considera – como Blair o Prodi- de izquierdas.