"Éste es mi hijo, se fue a España. ¿Le conoce?"

La experiencia de un voluntario que trabaja este verano en Ecuador para que ese país prospere

La Vanguardia, , 27-08-2007

MARICEL CHAVARRÍA – Barcelona

La Obra Social de La Caixa beca a 15 de sus trabajadores para participar en ayuda internacional
El padre Graziano pidió a Juan en una misa que dijera unas palabras a la congregación. Juan Collado había llegado a Ecuador como voluntario. Era uno de los 15 trabajadores de La Caixa que la fundación había becado para participar durante sus vacaciones en proyectos de cooperación. Su destino había sido Quito, donde debía asesorar en marketing al personal de la cooperativa de comercio justo MCCH (Maquita Cushunchic Comercializando como Hermanos), creada en 1985 por el padre Graziano. “Hablé unos minutos y luego – recuerda Juan- seme acercaron las madres enseñándome fotos de sus hijos emigrados a España, chicos jóvenes, otros mayores. Me preguntaban si yo les conocía. Les dije, claro, que en España somos mucha gente”.

Las poblaciones y las ONG ecuatorianas se han beneficiado este verano del apoyo y la formación de los voluntarios que participan a través de CooperantesCaixa, un proyecto lanzado por la Obra Social a través de sus programas de voluntariado y cooperación internacional. Se trata, según la entidad, de contribuir a mejorar las condiciones de vida de esas poblaciones a través de la asistencia técnica de los voluntarios de La Caixa a los trabajadores de las ONG de estos países, aportando conocimientos en áreas como gestión, marketing o comercialización, esenciales para el desarrollo que debe impedir que con la emigración pierdan su mayor capital: su gente.

Juan Collado (43 años) ya tenía pensado ofrecerse como voluntario a una ONG para ir a Ruanda. Iba a ser su primera experiencia. Pero su puesto laboral en La Caixa, en Alicante, le iba a presentar esa otra oportunidad. Yno se lo pensó. Diplomado en Pedagogía y máster en Marketing, lleva desde 1990 en la caja de ahorros – diez años como director- y colabora con el voluntariado de la fundación promocionando la donación de sangre. Pero en junio pasado, la entidad lanzó una convocatoria de ayuda internacional.

“Nos citaron en CosmoCaixa de Madrid. Eramos 25. Nos dieron un curso sobre pobreza y me sorprendió muchísimo un dato: sólo el 20% de la población mundial vive bien.

Hablaron de ir a países en vías de desarrollo y dije que estaba dispuesto, como el resto. Lo cierto es que mi currículum me parecía demasiado académico, no sabía qué podía aportar, creía que precisaban ayuda sanitaria. Nos preguntaron si teníamos miedo a viajar a África, Latinoamérica…, a mí lo único que me sabía mal era tener que dejar a mi hija de ocho años durante tanto tiempo".

A mediados de julio, Juan se enteró de que había sido seleccionado y que su destino en agosto sería Ecuador. Su labor consistiría en aportar conocimientos de marketing en la sede central de la cooperativa de comercio justo MCCH (Maquita Cushunchic Comercializando como Hermanos) en Quito.

“Me busqué un vuelo y me fui. ¿No vengo de vacaciones¿, les dije. Me puse a trabajar con su documentación y acompañando a la vendedora en visitas a clientes y morosos”. Juan explica que MCCH se dedica al cacao, pero también a vender arroz y azúcar, artesanía y turismo responsable, “cosa que me intesa mucho: un gran potencial de Ecuador”.

Lo que más le llamó la atención fue “la buena educación, su tranquilidad y su fe”. ¿Su receta tras realizar un informe? “Ver como clientes a quienes les están ayudando; presentar, por ejemplo, una oferta turística a empleados de La Caixa o Carrefour. Otra propuesta fue una ronda de visitas por Europa para mandar el cacao y no sólo a EE. UU. Yles hablé de los países árabes. Aconsejé ampliar la red de artesanía a grandes comercios europeos, llámense Harrods o El Corte Inglés. Y al voluntariado de La Caixa le propondré dar a conocer MCCH, por ejemplo, a Jijona, por si le interesa el cacao”.

Juan asegura que repetirá. Su familia le apoya, y es posible que su mujer le copie. “Es ATS y ya le tengo un hueco como free lance,porque el padre Graziano tiene orfanatos, centros de disminuidos…”, concluye.

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