CARTAGENA
Los taxistas denuncian que grupos de magrebíes les roban clientes en las estaciones de bus y tren
Ofrecen a otros inmigrantes llevarles en coches particulares para que les salga más barato Los conductores con licencia están hartos y reclaman a la Policía que detenga a los 'piratas'
La Verdad, , 27-08-2007Manejarse con la picaresca del Lazarillo de Tormes sigue estando de moda, y no sólo entre quienes dedican sus horas a engañar a la gente con el timo de la estampita o el tocomocho. Saltarse la ley para ganar dinero a costa de quien sí cumple las normas es lo que, presuntamente, llevan haciendo desde hace algún tiempo en Cartagena grupos de inmigrantes magrebíes que actúan como auténticos taxistas piratas. Lo denuncian los conductores de la empresa Radio Taxi, quienes están hartos de que les quiten clientes a las mismas puertas de las estaciones de autobús, Feve (ferrocarril de vía estrecha) y tren convencional.
Según los afectados, los conductores ilegales actúan de esta forma: se colocan a las puertas de las citadas estaciones y, cuando ven salir a viajeros de origen inmigrantes (sobre todo marroquíes, argelinos, ecuatorianos y subsaharianos), les ofrecen trasladarles hasta su destino en coches particulares. ¿Qué ventaja dan? Pues tarifas más baratas a las de los taxis oficiales.
«Lo tienen todo controlado. Por ejemplo, ven a cuatro marroquíes que salen de la estación, se acercan y, mientras bajan la escalera o antes de que se acerquen a las paradas de taxis que hay a sólo unos metros, les preguntan: ‘¿Adónde váis, a Torre Pacheco? Pues dadme cinco euros por cabeza y os llevo en mi coche. Os va a diez euros más barato que si cogéis un taxi’. Y muchos pican. Es una estafa, se están ganando un sueldo a nuestra costa», se queja el secretario de Radio Taxi, José Rodríguez.
En su modus operandi, los piratas se benefician de las facilidades que les da el hablar el mismo idioma que los potenciales clientes a los que se dirigen.
Momentos de tensión
Para ganarse a esos usuarios, también juegan con el factor de que éstos suelen tener un poder adquisitivo bajo, lo que hace más fácil que contraten el servicio por pequeño que sea el descuento en euros.
Por sorprendente que parezca, algunos taxistas afirman que los conductores a los que han sorprendido in fraganti subiendo a su coche a algún viajero recién llegado a la ciudad son los mismos que, horas o días antes, les habían preguntado cuánto costaba un trayecto a diferentes puntos del municipio y la comarca.
«Al principio, tuvieron tanta cara que, para poder ofrecer una tarifa más baja a los viajeros de las estaciones, venían al coche a preguntándonos a nosotros mismos cuánto costaba ir al polígono industrial o a La Aljorra», apunta José Rodríguez, quien reclama la actuación policial para acabar con esta situación.
Diversas fuentes de la Policía Nacional y de la Policía Local indicaron a La Verdad que, en varias ocasiones, agentes de ambos cuerpos han interrogado a algunos de los supuestos taxistas ilegales sobre esta cuestión, pero no han encontrado pruebas suficientes para detener a nadie y ponerlo a disposición judicial.
En las últimas semanas, se han vivido momentos de tensión cuando algunos chóferes, hartos de la estafa, han exigido a los inmigrantes que abandonaran las inmediaciones de las estaciones.
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