Aunque Óscar Hernández tramitó el año pasado la solicitud para reinscribirse al TPS, y lo envió dentro de los términos establecidos, aún no recibe la aprobación del servicio de inmigración, lo que lo deja en el limbo legal.

En el servicio de inmigración me dijeron que esperara, pero no puedo seguir porque me voy a quedar fuera de esta inscripción, dijo Hernández de 40 años y oriundo de Santa Ana.

Con los recibos que certifican su permiso de trabajo y el pago de las pruebas biométricas cobradas por el servicio de inmigración, el santaneco llegó al consulado de Los Ángeles, donde se gestionaron los formularios. Para el cónsul William Jarquín, este es un ejemplo de los casos extraordinarios, y aunque puede haber varias causas del retraso, el funcionario hizo referencia al cambio de dirección de Hernández cuando efectuó la reinscripción.

Según Jarquín, es necesario que cada traslado de dirección se informe al servicio de inmigración por medio del formulario AR 11 y se tenga constancia que el proceso se llevó a cabo.

Con la asesoría del consulado, Hernández tendría dos meses para aclarar su caso y poder reinscribirse de nuevo al TPS.