Una delegación de vecinos de Lavapiés y otros barrios de Madrid y representantes de comunidades religiosas y de comunidades cristianas de base, se encuentrante en Ceuta en un campamento clandestino constituido por una treintena de personas de Bangladesh, que tras permanecer dos años en el CETI de Ceuta (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) y ante su inminente repatriación decidieron no volver al CETI y esconderse en García Aldave.

«No podemos permanecer impasibles ante esta situación dramática que vive este colectivo de bangladeshíes», aseguran las asociaciones en un comunicado, «personas sin trabajo, sin saber qué va a pasar con sus vidas, con la incertidumbre de que cada madrugada llegue la repatriación». Señalan que «las condiciones de supervivencia son inhumanas, frío, hambre, nulas condiciones de higiene y sanitarias (hay algunos enfermos de diabetes, depresión, crisis de ansiedad) y rodeados de perros y jabalíes».

Estos grupos de cristianos de base se suman a las revindicaciones de los inmigrantes y piden que se presione a la embajada de Bangladesh.