Con el objetivo de conocer el grado de satisfacción de los usuarios de los servicios sociales para encarar mejoras en la atención, el ayuntamiento ha realizado una encuesta entre 1.000 barceloneses que acuden a alguno de sus 34 centros. La nota que reciben roza el excelente, con algún pero, como que el municipio debería de ser más ágil con las tramitaciones. El estudio sirve, en paralelo, para actualizar el perfil de los que más ayuda requieren en la ciudad. Así, subraya una vez más que la pobreza tiene rostro de mujer, ya que siete de cada 10 atendidos lo es, y que la exclusión se empieza a cebar en la franja comprendida entre los 35 y los 44 años, más joven que en estudios anteriores.
Aunque la media de edad de los usuarios de los centros sociales es de 50 años, un resultado similar al de otros estudios anteriores, la diferencia esta vez es que han aumentado las franjas más jóvenes y las más mayores. Así, según explicó ayer el alcalde accidental y coordinador del área de Acción Social y Ciudadanía, Ricard Gomà, uno de cada tres atendidos durante el último año tenía entre 35 y 44 años. De la misma manera, también ha crecido el número de beneficiaros mayores de 75 años, que se ha doblado respecto al 2002, pasando de representar el 6 al 12%.
En lo que se refiere a la nacionalidad de los encuestados, uno de cada cuatro usuarios de los centros sociales es inmigrante, aunque el informe muestra una gran dispersión geográfica de su origen, según subrayó Gomà, ya que el ayuntamiento atiende a ciudadanos de 34 nacionalidades diferentes. Los que más, ecuatorianos, representado un 4,7%, seguidos de marroquís, con un 4,1%, y bolivianos, un 3,5%.

APLAUSO A LA TELEASISTENCIA
La encuesta también revela la valoración del servicio prestado. En una escala del 0 al 10, la nota más baja la recibió la tramitación de la Generalitat en las residencias o centros de día con un 7,9, mientras que la teleasistencia se lleva el primer puesto con una puntuación del 9,2.
Estos resultados son, según el concejal, que destacó “la valía profesional y humana del colectivo que trabaja en la atención social”, un indicador “de la calidad del servicio personalizado”. No obstante, admitió que quedan muchos retos y puntos que se deben reforzar. Entre ellos, los citados por los encuestados: la necesidad de ser más ágiles en los procesos de tramitación y la ampliación de las prestaciones.
En estas instalaciones, que durante el pasado año atendieron a algo más de 42.000 personas, el doble que hace una década, además de tramitar ayudas económicas y técnicas, como puede ser la teleasistencia o la atención domiciliaria, también se ofrece orientación psicológica, educativa o social. Actualmente hay 358 trabajadores sociales, lo que supone un incremento del 30% de personal en los últimos cuatro años.
Gomà recordó que en el 2003 el presupuesto del área municipal de bienestar social pasó de 37 millones de euros a 54 millones al acabar el pasado mandato, y aseguro que el objetivo del actual equipo de gobierno (PSC – ICV) es continuar incrementando los recursos destinados a los servicios sociales.

NUEVOS CENTROS
Con ello se refirió al proyecto de crear nuevos equipamientos en los barrios durante los próximos ocho años, así como a la reforma de todos las instalaciones que necesiten mejoras, objetivos para los que se está elaborando el Plan Director de Centros de Servicios Sociales, que determinará las necesidades de la ciudad, que se verán ampliamente aumentadas con el despliegue de la ley de dependencia.