pamplona. UGT pidió ayer al nuevo Gobierno que trabaje en serio para reducir la temporalidad, “déficit democrático que limita derechos ciudadanos como el del libre acceso a la vivienda o el de la emancipación”. Juan Goyen, que este verano ha cumplido un año al frente del principal sindicato de Navarra reclamó así políticas activas que favorezcan la estabilidad en el empleo y pidió al Gobierno de Navarra que dé ejemplo y realice un uso más racional de los modelos de contratación en la Administración Pública. “Esto acarrearía un descenso de la tasa de temporalidad total”, dijo.

Goyen realizó un repaso del mercado laboral, con especial incidencia en la evolución de la eventualidad, fijada por la última Encuesta de Población Activa en un 28,42% de la población activa, justo “el doble que en la Europa de los 27”, destacó. El inicio del balance lo empezó sin embargo de forma positiva, “porque es positivo que la población ocupada sea de 289.900 trabajadores, con una tasa específica de empleo del 72,14%, más de cinco puntos por encima del objetivo marcado en la estrategia europea para el año 2010”.

origen de accidentes Sus palabras más duras llegaron sin embargo cuando retrataron la situación de la temporalidad, a la que calificó como “fuente de desigualdades y principal origen de la siniestralidad”. Pero junto a esto, que compone el recurso más habitual de los sindicatos, Goyen destacó “la pérdida de competitividad” que experimentan aquellas empresas que recurren a este tipo de contratación de forma sistemática. “Uno de los pilares de la calidad, del aumento de la productividad y de la innovación tan necesaria en estos momentos es precisamente la fidelización de las plantillas, y esto no se consigue precisamente con contratos temporales”, argumentó.

La temporalidad afecta de modo bien diferente a las mujeres – con una tasa del 32,6% – y a los hombres, con un 24,35%. Del mismo modo, resulta muy distinta según la edad (más temporalidad cuanto más joven sea el trabajador) y el sector de actividad: en la construcción y en la agricultura, sectores con amplia presencia de inmigrantes. “Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el rostro de la temporalidad es del una persona joven, mujer e inmigrante”, dijo.

defensa de la reforma Pese a estos datos, Goyen quiso defender la utilidad de la última reforma laboral firmada hace un año por el Gobierno del PSOE, la patronal y los dos principales sindicatos. Desde entonces, la tasa de temporalidad ha caído tres puntos en Navarra y Goyen adelantó que es probable que en los dos próximos trimestres se produzcan nuevos descensos. “Yo no creo que sus efectos estén agotados – dijo en referencia al leve incremento del segundo trimestre del año, unas nueve décimas – pero hay que tener en cuenta que junio es un mes en el que se firman numerosos contratos de sustitución de vacaciones y en esta ocasión la temporalidad ha subido menos que el año pasado”.

Goyen recordó que la temporalidad no se reduce con el abaratamiento del despido, “como lo prueba el hecho de que el contrato de fomento de la contratación indefinida de 1997, que incluía un abaratamiento hasta los 33 días por año trabajado, incrementó la eventualidad”. El secretario general de UGT defendió en cambio que el sistema de bonificaciones a los empresarios sí ofrece la posibilidad de arraigar la cultura de la contratación indefinida".

En este sentido, Goyen anunció que los agentes económicos y sociales “comprometidos con el desarrollo de esta Comunidad y de sus ciudadanos, UGT, CCOO y la CEN” están valorando nuevas medidas para que se incremente la contratación indefinida".

Por su parte, UGT expuso una serie de medidas encaminadas hacia ese mismo objetivo y que comenzarían por que el Gobierno de Navarra y el resto de las Administraciones Públicas reduzcan su propia tasa de temporalidad, situada en un 29,67%. Asimismo, UGT propone desarrollar y aplicar las medidas estructurales que limitan la contratación temporal en lo relativo al encadenamiento de contratos y apostó por “delimitar la rotación de trabajadores en el mismo puesto de trabajo a través de la negociación colectiva”.

Goyen apostó asimismo por intensificar los servicios de inspección de trabajo mediante la modernización e incremento de los recursos humanos y técnicos, así como por seguir desarrollando el programa de estabilidad en el empleo. “Las medidas activas en el mercado de trabajo deben ser la prioridad de las políticas de empleo de los próximos presupuestos”, dijo.