Interior autoriza el uso de la fuerza durante la explusión de inmigrantes
Se permiten bridas de plástico, cintas y esposas y se deja margen al uso de narcóticos
Diario Vasco, , 24-08-2007MADRID. El Ministerio del Interior ha elaborado su primer protocolo de actuación para las repatriaciones masivas de inmigrantes, que en breve entrará en vigor. En ese documento de 23 páginas, la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil autoriza un amplio abanico de medidas de fuerza contra los irregulares que se opongan a su deportación y prevé la inmovilización de los clandestinos siempre que no se pongan en riesgo las «funciones vitales» del repatriado.
El borrador, con fecha del pasado 20 de julio y que el Gobierno pretende aprobar en las próximas semanas, unifica, según portavoces de Interior, las hasta ahora dispersas normas de actuación durante los viajes de deportación e incluye las últimas normativas europeas sobre las deportaciones.
La futura directiva permite que los funcionarios puedan reducir a los «repatriados que se resistan» con «lazos de seguridad» (bridas de plástico), «cascos», «prendas inmovilizadoras homologadas» (que no se especifican), «cinturones», «esposas o similares» e, incluso, «cinta reforzada», más conocida con el nombre comercial de cinta americana.
No obstante, la nueva normativa insiste en que, en principio, los inmigrantes no deberán ser inmovilizados totalmente si no provocan incidentes y que la aplicación de las medidas coercitivas tendrá que ser «motivada» y autorizada por el agente responsable del dispositivo.
El documento reitera que estos medios coercitivos para reducir a los extranjeros no pueden poner en peligro «su dignidad ni integridad física». «El uso de estos procedimientos deberá ser proporcionado y con respecto a los derechos individuales de los repatriados», apostilla la directiva. Además, en el caso de que haya menores en el contingente, cualquier acción violenta contra el pasajero rebelde deberá hacerse lejos de la vista de los niños y adolescentes.
Desorientados
El texto apunta que en todo momento «los cinturones de seguridad de los repatriados se mantendrán atados durante la duración de vuelo» y sólo se «cortarán los lazos de seguridad» (bridas de plástico con las que se esposan a los inmigrantes) cuando el jefe del dispositivo policial así lo crea conveniente. Los sin papeles únicamente podrán ir al baño acompañados de un funcionario.
La normativa deja a criterio del responsable policial del vuelo la posibilidad de mantener desorientados a los repatriados teniendo durante todo el viaje las «cortinillas cerradas» para evitar que intuyan a dónde se dirigen.
La directiva prohíbe que los policías droguen a los inmigrantes durante las expulsiones, pero deja un resquicio legal para utilizar drogas con el fin de apaciguar a los expulsados.
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