Aunque fueron pocas las reinscripciones de ayer, los primeros salvadoreños que renovaron el TPS valoran el tener el permiso.

Aunque hasta el martes se conoció la apertura de la reinscripción al TPS, algunos compatriotas no perdieron el tiempo para realizar el trámite que les permitirá tener protección migratoria en EUA hasta el 9 de marzo de 2009.

Pese a que está desempleado, y no contaba con los recursos suficientes para reinscribirse, Óscar Urías Flores, de 46 años, hizo un esfuerzo para pagar los $420 que le darán un año y medio más de tranquilidad.

El compatriota conoce muy bien las dificultades que tienen los indocumentados. Desde que llegó en 1982 a la unión americana ha intentado en cuatro oportunidades obtener su legalización y nunca ha logrado acceder a la residencia permanente.

Comparado a lo que he gastado en los abogados este dinero no es mucho; además, es lo único que tengo para conseguir trabajo, advirtió el soyapaneco.

El mismo entusiasmo de Urías por reinscribirse lo tienen Roxana Morales y su esposo, José Bernardo Maravilla; sin embargo, la pareja depende económicamente solo de un salario. Sumado a esto, tienen que pagar los costos médicos y de manutención de Klarissa Escobar, quien quedó incapacitada después de ser víctima de un fatal accidente en la frontera mexico – americana.

Según la experiencia de Morales, las posibilidades reales para ser beneficiarios de la exención que el servicio de inmigración otorga a algunos aplicantes son nulas. Nosotros hemos vivido carencias, y hemos aplicado a beneficios de ese tipo y es imposible; aquí la única solución es que el Gobierno salvadoreño nos ayude, enfatizó.

En otro caso, de acuerdo a las cuentas de la compatriota Rosa María Parada, hasta la segunda semana de octubre podrá reunir el dinero para reinscribir a su hijo y a ella. Los $1,2000 que recibe al mes apenas le alcanzan para sobrevivir y enviar una pequeña remesa a El Salvador.