Desmantelan el campamento ilegal de temporeros rumanos de La Herrera

El Mundo, OLGA R. SANMARTIN, 23-08-2007

MADRID.- El campamento ilegal de temporeros rumanos que desde el pasado mes de junio se había establecido junto al canal del trasvase Tajo-Segura, a su paso por el pequeño municipio de La Herrera (Albacete), fue desmantelado ayer por una treintena de agentes antidisturbios de la Guardia Civil.

Quince días después de que la existencia de este asentamiento en el que llegó a haber 2.000 personas saltara a la luz pública, y después de que el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, insistiera que «no era ilegal», las Fuerzas de Seguridad han actuado. La razón, según reconocieron anoche fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Albacete, es que «se encontraban en un área restringida del trasvase donde no está permitida la acampada libre».

Las mismas fuentes explicaron que no ha sido realmente un desalojo, porque no existe una orden judicial. «Los guardias civiles se han limitado a identificarles e informarles de que allí no podían estar y les han invitado a irse. No se les puede echar a la fuerza», indicaron.

Sin embargo, las 300 personas que quedaban en el campamento prefirieron no oponer resistencia y comenzaron a marcharse pacíficamente pasadas las 19.00 horas. Apenas se quedó una quincena, rodeada de colchones, basura y otros enseres domésticos.

La decisión de la Guardia Civil de pasar a la acción y enviar hasta seis coches todoterreno con agentes se produce después de que, anteayer, el alcalde del municipio, Pablo Escobar, se reuniera con el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano y le diera una especie de ultimátum. Díaz-Cano se comprometió a reforzar la presencia policial en la zona y a tomar medidas concretas.

La situación se estaba haciendo «descorazonadora» para los vecinos, según explicó el regidor de este municipio de 400 habitantes. «Pasaban los meses y veíamos que las Fuerzas de Seguridad no hacían nada para que los temporeros se fueran».

Escobar negó que haya habido enfrentamientos entre los vecinos y los ciudadanos rumanos. «No ha habido violencia, ni se ha producido ninguna bronca», aseguró. Sin embargo, reconoció que «la gente se sentía cada vez más insegura porque en la última semana se estaban incrementando los hurtos en el pueblo».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)