Un anteproyecto de ley en fase de estudio

El crecimiento de la inmigración es otra de las causas de su proliferación

Diario de Navarra, RUBÉN ELIZARI. PAMPLONA., 23-08-2007

El endeudamiento de las familias españolas, el incremento de la inmigración y un aumento en el consumo han provocado la proliferación de los establecimientos financieros de crédito (EFC), las empresas que actúan como intermediarios entre el banco y los clientes y las firmas que se dedican a la reunificación de deudas. Estas compañías, a diferencia de las entidades financieras tradicionales, no están controladas por el Banco de España. Sus altos intereses, por lo general un 20% más, es otra de sus diferencias. El Gobierno socialista está preparando un anteproyecto de ley para proteger al consumidor y que pueda conocer los altos costes que puede conllevar contratar estos productos.
Basta con escuchar la radio, ver la televisión o comparar los anuncios clasificados de uno de los periódicos de esta semana con la misma sección de un ejemplar de hace cinco años para darse cuenta de que los establecimientos financieros de crédito (EFC) y los que se dedican a la agrupación o reunificación de deudas han proliferado. Cifrar este aumento resulta una tarea difícil. Sin una normativa concreta que regule este sector no se ha creado ningún censo o estadística que refleje cuántas empresas había hace unos años con respecto a la actualidad. «Se ha multiplicado una barbaridad. Es un boom», constata una de las empresas del sector consultadas. «Muchos nos dedicamos a esto desde hace años. Y de aquí a unos años han empezado a surgir un sinfín de empresas e incluso particulares que se dedican a esto».

Lo que diferencia a estas firmas como Cofidis, QuieroCrédito, Cuenta Ahora, CrediÁgil, o Dinero Directo, de una entidad bancaria tradicional es que tienen prohibido captar depósitos de sus clientes o extender tarjetas de crédito. En cambio, la legislación permite a cualquier persona conceder un crédito a otra persona. Este es el primero de los motivos que explican su proliferación.

Si se ha incrementado el número de este tipo de empresas en la actualidad es porque la situación económica ya no es la misma que hace unos años. El endeudamiento de las familias ha llegado ya al 95% de su renta bruta disponible, cinco puntos por encima del nivel alcanzando en 2003, según los datos del Informe de Estabilidad Financiera difundido por el Banco de España.

Desde Caja Rural señalan que este endeudamiento se debe al encarecimiento de la vivienda ya que cada vez se destina más dinero a pagar la hipoteca, y sobre todo, al tirón del consumo. En Caja Laboral son de la misma opinión: «Desde el punto de vista social los hábitos de consumo han cambiado de manera importante: este tipo de préstamos se solicitan no sólo para la compra del vehículo o la reforma del hogar sino también para cuestiones como las vacaciones, los pequeños electrodomésticos y en general, cualquier objeto de consumo por pequeño que sea su coste».

Asimismo, desde Caja Navarra también hablan de un cambio sociológico en la sociedad de consumo y constatan que la financiación personal para diversos gastos se encuentra establecida en otros países desde hace mucho tiempo y no así en España: «Creemos que este fenómeno, seguirá aumentando de manera progresiva».

El perfil de personas que recurren a estas empresas son aquéllas que necesitan disponer de liquidez inmediata en un momento concreto, bien por una necesidad de consumo o bien por un problema financiero. Dentro de los usuarios de este tipo de productos se encuentran sobre todo, inmigrantes y personas que comienzan trabajar. Además, según Caja Rural de Navarra, hay otro grupo heterogéneo. «Responde a las características de personas que tienen dificultades por diversas razones como un alto grado de endeudamiento, garantías personales u otras razones».

Los motivos que llevan a estas personas a acceder a este tipo de productos, además del contexto económico actual, son las dificultades para acceder a la financiación de las entidades tradicionales: «Asumen el pago de unos tipos de interés mucho más elevados, en la mayoría de los casos superiores al 20%», explican en Caja Rural.

Un nuevo mercado

El funcionamiento de estas empresas, y al mismo tiempo sus ventajas, es muy sencillo. Sólo es necesaria una llamada de teléfono o conectarse a Internet. El único requisito que ponen estas empresas es disponer de una nómina. Una de sus mayores virtudes es la confidencialidad. Aseguran desde un primer momento que siempre preservan el anonimato.

En un estudio realizado por Consumidores Eroski se explica que una empresa de créditos rápidos da la posibilidad de contratar un crédito de 600 euros a pagar en 25 mensualidades de 30 euros. El resultado de multiplicar 25 por 30 es 750. Esto es lo que tendría que pagar el cliente, es decir, 150 euros más. El tipo de interés aplicado es del 25,56% TAE.

En Caja Navarra valoran como positivo que hayan proliferado los establecimientos financieros de crédito (EFC): «Estas entidades nos han descubierto que no estábamos atendiendo a nuestros clientes de manera adecuada en diferentes servicios. Por esta razón, CAN ha creado una unidad de negocio específica llamada Cansuma cuyo fin será atender a los clientes en la financiación al consumo.

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