Madrid- El flujo de pateras se incrementó el fin de semana y no cesa. Otros 57 inmigrantes subsaharianos llegaron ayer a la playa de San Miguel de Tajao, en el municipio tinerfeño de Arico, en una embarcación que fue avistada por varias personas en el momento del desembarco. Con esta nueva barquilla, la cifra de inmigrantes llegados a Canarias desde el pasado domingo alcanza los 292.
La barcaza llegó a la costa sobre las 17:30 horas, según informó Salvamento Marítimo, y Cruz Roja se encargó de su atención a pie de playa. El estado de los inmigrantes era tan crítico que llevó a la organización humanitaria a alertar de que los inmigrantes subsaharianos que arriban en cayucos a las costas canarias llegan cada vez en peor estado de salud.
El coordinador de Emergencias de Cruz Roja Tenerife, Agustín Taylor, aseguró a Servimedia que, en lo que va de agosto, la llegada de inmigrantes en situación irregular ha descendido casi en un 70 por ciento en las islas, pero, por contra, ha aumentado el número de muertos en las aguas del Atlántico y las condiciones físicas son «peores» que las de quienes arribaban el pasado año. En este sentido, Taylor destacó que los subsaharianos realizan este año travesías más largas desde África para evitar los dispositivos de control de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex), por lo que muchos de ellos llegan con hipotermia, deshidratación, quemaduras y contusiones por caídas. El coordinador de Emergencias de Cruz Roja Tenerife achacó el descenso de inmigrantes irregulares llegados a las islas «a un conjunto de factores, como la operatividad del Frontex y las repatriaciones, cada vez más eficaces y rápidas».
Precisamente, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) aconsejó ayer a los policías encargados de custodiar a los inmigrantes irregulares que serán expulsados en aviones desde Canarias a Senegal, que se nieguen a embarcar en esos vuelos, porque deberán soportar «jornadas de 21 horas consecutivas de servicio». La petición la hace un día después de que dos policías fueran imputados por homicidio de un nigeriano que falleció en pleno vuelo cuando le deportaban a su país de origen.
El SUP señaló que se ha dirigido, en especial, a las «decenas de miembros» de Unidades de Intervención Policial (UIP) que ayer estaba previsto que embarcasen en aviones «para permanecer en ellos unas 21 horas ininterrumpidas expulsando inmigrantes a Senegal». El sindicato aseguró que esta situación ya se produjo el pasado año y no se debe a «una cuestión de falta de personal motivada por las vacaciones», sino a una estrategia de «ahorro» de la Administración, que evita así la compra de pasajes de vuelta a Madrid en vuelos regulares para los policías.