Un agente de la Policía Local se vio obligado a disparar dos veces contra el coche patrulla para evitar el atropello masivo Los agentes de la Policía Local de Benaguasil vivieron el sábado de madrugada momentos de mucha tensión. Una intervención durante una reyerta se complicó hasta el punto de que uno de los implicados en la trifulca se metió dentro del coche patrulla y lo usó como ariete para intentar atropellar a un grupo de personas con las que se acababa de pelear.

Los hechos ocurrieron sobre las 1.25 horas de la madrugada en el cruce de las calles Montiel y Virgen del Pilar, junto al centro de salud de la localidad. Una patrulla de la Policía Local de Benaguasil sorprendió a tres jóvenes de etnia gitana en actitud amenazante hacia un grupo de rumanos.

Dos de estos individuos portaban un palo y un tubo de hierro, por lo que los agentes municipales les conminaron para que soltaran las armas. Sin embargo, los jóvenes contestaron que las necesitaban para defenderse, porque un grupo numeroso de inmigrantes rumanos querían agredirlos.

Pidieron refuerzos

Mientras uno de los policías intentaba apaciguar los ánimos, el otro agente informó del altercado a la Guardia Civil para que enviara refuerzos al lugar. El grupo de rumanos era cada vez más numeroso y los policías temían que se produjera un enfrentamiento multitudinario.

Y no les faltaba razón. Instantes después, un inmigrante lanzó una señal de tráfico que impactó contra la espalda y el cuello de uno de los jóvenes de etnia gitana.

De inmediato, uno de los agentes salió corriendo detrás del agresor, mientras que el otro policía local auxilió a la víctima. Eran momentos de gran tensión en los que los agentes municipales se encontraban en clara inferioridad numérica.

Y de eso se aprovechó otro de los jóvenes de etnia gitana. Este individuo, que enfureció al ver cómo su hermano era agredido con la señal de tráfico, se metió dentro del coche patrulla con la supuesta intención de atropellar al grupo de inmigrantes de Europa del Este.

Pero los dos policías locales actuaron con gran rapidez y evitaron lo que podría haber sido una tragedia.

Los agentes se lanzaron a la ventanilla del conductor para detener al joven, pero este realizó bruscas maniobras de aceleración y frenado. Esto hizo que uno de los policías cayera delante del coche patrulla y que fuera embestido por el vehículo.

El agente, desde el suelo, se vio obligado a efectuar dos disparos cuando el individuo intentó atropellarlo por segunda vez. Los tiros impactaron contra el capó del automóvil y la luna delantera.

Segundos después, el otro policía local consiguió reducir y detener al violento joven. Mientras esto ocurría, el grupo de inmigrantes rumanos se dispersaba por las calles de la población.

Unos 15 minutos después llegó al lugar una patrulla de la Guardia Civil, que se hizo cargo del detenido: Felipe M. S., de 22 años de edad. El individuo fue puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito de atentado a un agente de la autoridad. Poco después quedó en libertad con cargos.

Móvil pasional

Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, el motivo de la reyerta está relacionado con algo que ocurrió entre la novia de uno de los jóvenes de etnia gitana y uno de los inmigrantes de Europa del Este.

La Guardia Civil se hizo cargo de las investigaciones para tratar de identificar y detener al rumano que lanzó la señal de tráfico. Esta persona huyó del lugar tras la brutal agresión.

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