LORCA
Una peluquería servía de tapadera para la venta de música pirata en la Alameda de Cervantes
El local, sin licencia de apertura, era utilizado también como locutorio Un hombre de nacionalidad de la República del Congo ha sido detenido
La Verdad, , 21-08-2007Aparentemente era una peluquería que ofrecía diferentes estilos de corte de pelo y en la que incluso se podían adquirir algunos productos de bazar como se lee en el cartel luminoso del local. Una vez dentro, el secador y los lavaderos convivían con ordenadores, copiadoras, frigoríficos y cabinas de teléfono. El salón de belleza era una tapadera para disfrazar un presunto punto de venta de CD’s y DVD’s piratas.
La Policía Local desmontó el pasado domingo por la noche todo el tinglado cuando un vecino de la zona, en la Alameda de Cervantes, alertó «de una actividad sospechosa y con gran trasiego» en el citado establecimiento. Al lugar se desplazó una patrulla de servicio de paisano dedicada a labores de vigilancia y prevención. Una vez allí, accedieron al local en cuyo interior descubrieron varias cabinas telefónicas, frigoríficos para la venta de bebidas, y una decena de catálogos tipo álbum con carátulas de películas y música a las que se habían adherido etiquetas en las que figuraba una cuantía económica por unidad, oscilando los precios entre el euro y medio y los tres euros.
Según pudieron constatar los agentes, tras el mostrador había cuatro torres de ordenador, cuatro teclados, pantallas, una copiadora, dos impresoras, tres routers y varios elementos más destinados a la informática. En la misma actuación, se comprobó que el establecimiento carecía de licencia de apertura.
Fruto de la operación se detuvo a un hombre natural de la República Democrática del Congo, como presunto autor de un delito contra la propiedad intelectual. Además del material informático citado, la Policía también se incautó de una cámara de fotos, una máquina expendedora de ticket, diversos cables, 60 DVD’s, 18CD’s, diez catálogos con un total de 543 carátulas de distintos autores, y once tarrinas portadiscos en cuyo interior había 410 discos supuestamente falsificados. Todo el material pasó a disposición judicial.
Confusión
Los rótulos que aparecen en la fachada crean confusión ya que figuran dos tipos de luminosos con títulos diferentes. Los dos escaparates están separados por la puerta del edificio.
Los vecinos aseguraban ayer que el establecimiento lleva poco tiempo abierto y felicitaban a la Policía Local por la actuación realizada. Muchos matizaban que «habíamos visto excesivo movimiento nocturno para ser una peluquería pero nunca llamamos porque pensábamos que, como la mayoría de los inmigrantes trabajan todo el día, es la única hora que tienen para cortarse el pelo».
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