LOS ÁNGELES.— En el inicio de un arduo peregrinar hacia Washington, Elvira Arellano, la madre que ha desafiado una orden de deportación para permanecer al lado de su hijo, eligió la ciudad de Los Ángeles para recabar el apoyo moral y político de la comunidad latina y de los líderes demócratas en el Congreso.

“He venido para pedirle a la líder de la mayoría demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, que apoye nuestra causa. Tenemos que mantener la esperanza en la posibilidad de alcanzar una reforma migratoria justa y humanitaria”, dijo Elvira en una multitudinaria rueda de prensa en el interior de la Iglesia de la Placita Olvera, el santuario religioso elegido para evitar su detención.

La comparecencia de Elvira Arellano, en el inicio de una peregrinación que la llevará por los distintos santuarios que han elegido inmigrantes para refugiarse, se produjo tras una marcha que encabezó su pequeño hijo Saúl por las calles de Los Ángeles, para demandar al gobierno del presidente George W. Bush el fin de las redadas y las deportaciones. “Yo le pido al presidente George W. Bush que me deje permanecer al lado de mi madre. Le pido que ponga fin a las redadas y a las deportaciones para que los miles de niños que tienen padres indocumentados no vayan a parar a los orfanatos”, dijo Saúl, un niño que simbolizó la causa de poco más de 5 millones de pequeños cuyos padres son inmigrantes indocumentados.

La marcha, que congregó a poco más de dos mil manifestantes, culminó en los jardines de la alcaldía, donde un nutrido grupo de líderescomunitarios arrimaron el hombro para apoyar la causa de Elvira, símbolo de las madres inmigrantes que ha sido declarada enemiga pública número uno por una larga lista de organizaciones cazainmigrantes .

“No puedo dejarme distraer por el odio y la incomprensión de los grupos antiinmigrantes o por personajes racistas. Tengo que concentrarme en mi objetivo y en mi causa, que es la de permanecer al lado de mi hijo en este país”, aseguró Arellano, que en todo momento estuvo escoltada por ministros y sacerdotes de las Iglesias católica y cristiana.

“Tengo que seguir adelante con mi lucha, que tendrá un momento muy importante el 12 de septiembre en Washington, cuando buscaré entrevistarme con los máximos representantes del Congreso”, sostuvo Elvira Arellano al adelantar que en el inicio de su peregrinar ha contado con el respaldo de congresistas como el demócrata por Illinois, LuisGutiérrez.

“El congresista Luis Gutiérrez nos ha prometido que hará todo lo que esté en sus manos para que los líderes del Congreso nos reciban enseptiembre”, dijo.

El 15 de agosto del 2006, Elvira recibió una orden de deportación que la obligó a refugiarse en la Iglesia metodista Adalberto, en la ciudad de Chicago. “Ha pasado un año desde que decidí refugiarme en la Iglesia y no ha sido nada fácil permanecer encerrada, ni convertirme en el blanco de los ataques de grupos antiinmigrantes . Pero sé que mi causa es justa. Porque lo único que quiero es permanecer al lado de mi hijo, que es mi única familia”, dijo Arellano.

LOS ÁNGELES.— En el inicio de un arduo peregrinar hacia Washington, Elvira Arellano, la madre que ha desafiado una orden de deportación para permanecer al lado de su hijo, eligió la ciudad de Los Ángeles para recabar el apoyo moral y político de la comunidad latina y de los líderes demócratas en el Congreso.

“He venido para pedirle a la líder de la mayoría demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, que apoye nuestra causa. Tenemos que mantener la esperanza en la posibilidad de alcanzar una reforma migratoria justa y humanitaria”, dijo Elvira en una multitudinaria rueda de prensa en el interior de la Iglesia de la Placita Olvera, el santuario religioso elegido para evitar su detención.

La comparecencia de Elvira Arellano, en el inicio de una peregrinación que la llevará por los distintos santuarios que han elegido inmigrantes para refugiarse, se produjo tras una marcha que encabezó su pequeño hijo Saúl por las calles de Los Ángeles, para demandar al gobierno del presidente George W. Bush el fin de las redadas y las deportaciones. “Yo le pido al presidente George W. Bush que me deje permanecer al lado de mi madre. Le pido que ponga fin a las redadas y a las deportaciones para que los miles de niños que tienen padres indocumentados no vayan a parar a los orfanatos”, dijo Saúl, un niño que simbolizó la causa de poco más de 5 millones de pequeños cuyos padres son inmigrantes indocumentados.

La marcha, que congregó a poco más de dos mil manifestantes, culminó en los jardines de la alcaldía, donde un nutrido grupo de líderescomunitarios arrimaron el hombro para apoyar la causa de Elvira, símbolo de las madres inmigrantes que ha sido declarada enemiga pública número uno por una larga lista de organizaciones cazainmigrantes .

“No puedo dejarme distraer por el odio y la incomprensión de los grupos antiinmigrantes o por personajes racistas. Tengo que concentrarme en mi objetivo y en mi causa, que es la de permanecer al lado de mi hijo en este país”, aseguró Arellano, que en todo momento estuvo escoltada por ministros y sacerdotes de las Iglesias católica y cristiana.

“Tengo que seguir adelante con mi lucha, que tendrá un momento muy importante el 12 de septiembre en Washington, cuando buscaré entrevistarme con los máximos representantes del Congreso”, sostuvo Elvira Arellano al adelantar que en el inicio de su peregrinar ha contado con el respaldo de congresistas como el demócrata por Illinois, LuisGutiérrez.

“El congresista Luis Gutiérrez nos ha prometido que hará todo lo que esté en sus manos para que los líderes del Congreso nos reciban enseptiembre”, dijo.

El 15 de agosto del 2006, Elvira recibió una orden de deportación que la obligó a refugiarse en la Iglesia metodista Adalberto, en la ciudad de Chicago. “Ha pasado un año desde que decidí refugiarme en la Iglesia y no ha sido nada fácil permanecer encerrada, ni convertirme en el blanco de los ataques de grupos antiinmigrantes . Pero sé que mi causa es justa. Porque lo único que quiero es permanecer al lado de mi hijo, que es mi única familia”, dijo Arellano.