'LA VERDAD', DE PATRULLA CON LAS BRIGADAS DE SEGURIDAD CIUDADANA UNA NOCHE EN LO PAGÁN
Una patrulla tranquila que acaba a puñetazos
Un grupo de ciudadanos forcejea con la policía al intentar desalojar a un inmigrante que hacía 'top manta' El único detenido fue un joven senegalés, que será juzgado por un delito de atentado contra la autoridad
La Verdad, , 19-08-2007La serenidad que caracteriza la velada, en los primeros momentos de la noche, no hace atisbar el germen de violencia que ya late en el seno de esta jornada. Las cinco patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana, que una noche de viernes permanecerán de servicio por la zona de Lo Pagán, están tranquilas, ocupadas en la retirada de vehículos mal estacionados o en la vigilancia de una juventud que acostumbra a bañar sus noches de fin de semana a golpe de botellón.
Un equipo de La Verdad acompaña a los agentes en este trabajo nocturno. 23.50 horas. Retirada de un vehículo en la calle Varadero. 00.19 horas. Vigilancia contra el botellón en la calle Maestro Caballero. 00.29 horas. Todo tranquilo. Se procede a una batida contra la venta ilegal a través del paseo marítimo. La orden ya está dada; comienza el conflicto.
La patrulla policial hace su entrada por uno de los flancos del paseo. Apenas se vislumbran sus fluorescentes uniformes cuando una estampida humana comienza ya a correr desesperadamente para lograr el escape. Los agentes inician una persecución a pie tras estos vendederos ambulantes, que pierden, en su huida, algunos de los falsos bolsos de marca que los convierten en delincuentes.
Centenares de personas pasean por la zona y la voz ciudadana comienza a convertirse en la banda sonora de esta persecución. «¿Dejadlos quietos; están trabajando!», gritan algunos. «¿Qué pocos huevos tenéis», osan exclamar otros. La situación se está caldeando.
El único detenido en esta batida ha sido un joven senegalés que se dedica a la venta de bolsos y carteras de imitación y que ha sido acorralado por dos policías. Varios agentes flanquean a este joven, mientras son fuertemente increpados por algunos ciudadanos. Algunas de las personas allí presentes intentan entretener a los policías y tiran de uno de los brazos del senegalés para que pueda hacer realidad su fuga. Comienzan a perfilarse dos claros bandos.
La situación empieza a escaparse de control y, sin saber cómo, el gigante de la violencia arriba a la playa y acaba con el orden a su paso. Puñetazos, patadas, arañazos… Todo vale. Entre la tormenta de arena se vislumbra una auténtica batalla campal entre viandantes y turistas y agentes policiales. En esta maraña, el joven senegalés, auspiciado por las circunstancias confusas que le rodean, muerde y araña a uno de los agentes policiales, con el fin de librarse de su cautiverio. Acaba de firmar su pena.
La confusión dura cerca de diez minutos y va en aumento. Otros dos subsaharianos aprovechan el descuido y se precipitan sobre las escasas pertenencias del detenido, escapando a través de un callejón anexo con estos artículos de imitación. El caos reina sobre la arena.
Retirada policial
El jefe de la Policía Local de San Pedro del Pinatar, Manolo Belmonte, es consciente de la terrible situación que se está originando y decide, en un alarde de sentido común, iniciar, de inmediato, la retirada de sus patrullas.
De este modo, los agentes comienzan a caminar hacia su automóvil, que se encuentra estacionado a escasos metros del lugar de la reyerta. Entre abucheos y gritos de los ciudadanos, la patrulla se aleja de la playa, con el joven senegalés apresado.
Un anónimo se abre paso a través de la multitud, identificándose como letrado y designándose, de forma improvisada, abogado del único detenido de la noche. Éste no es otro que el ciudadano senegalés, apresado en un primer momento, y que se aleja ahora flanqueado por dos agentes policiales, pero cantando victoria. El apoyo ciudadano que le ha acunado esta noche no parece haberle sentado nada mal.
Este joven responde a las siglas A.G, y reside habitualmente en Molina del Segura. Ante su ataque, el ciudadano será juzgado por un delito de atentado contra la autoridad en el ejercicio de su servicio. El resto de participantes en la reyerta lograron finalmente escapar y, por el momento, no se esperan medidas adicionales.
El equipo de La Verdad acompaña al jefe de la Policía Local a su cuartel. Allí, dos agentes custodian al detenido, mientras un fuerte desánimo impregna el aire. Aquí, tras este triste suceso, finaliza la velada de acompañamiento a la Brigada de Seguridad Ciudadana de la zona de Lo Pagán. Poco a poco, todo parece regresar a su orden, aunque en el momento de la partido hace presencia ese regusto que siempre queda cuando hay algo que no anda del todo bien.
(Puede haber caducado)