La AUGC denuncia que las tres patrulleras están amarradas a pesar de la oleada de pateras El servicio marítimo de la Guardia Civil en Murcia no funciona durante el mes de agosto. Así de tajante se muestra la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que denuncia que los agentes se han visto desbordados durante la reciente oleada que ha sembrado de pateras las costas murcianas.

Desde esta Asociación aseguran que las tres embarcaciones de las que disponen permanecen la mayor parte del tiempo amarradas por falta de personal. Para más inri, los cinco agentes del servicio marítimo que se encuentran de servicio se tienen que ocupar de la seguridad del cuartel de la Guardia Civil en Cartagena y, por tanto, no se pueden dedicar a la vigilancia costera, en la época de máximo apogeo de la inmigración irregular.

«La Guardia Civil no puede vigilar el litoral murciano por la escasez de plantilla. Durante esta semana las patrulleras no han salido ni un solo día. Han puesto a todo el servicio marítimo, incluidos a los submarinistas, a vigilar el cuartel de Cartagena por un problema de personal del servicio de seguridad», manifestó a este diario el secretario de Comunicación de la AUGC de Murcia, Juan Montalbán.

Las Fuerzas de Seguridad están en alerta y temen que se haya abierto una nueva ruta de inmigración irregular entre dicha comunidad y Argelia, separadas por 200 kilómetros.

La falta de medios es palpable ya que las 15 pateras detectadas en Murcia llegaron sin ser abordadas por la Guardia Civil y sólo fueron descubiertas cuando arribaron a la costa. Los 64 inmigrantes de origen magrebí lograron ser detenidos gracias al importante despliegue que se organizó posteriormente con las unidades de tierra de la Guardia Civil.

«A todos los inmigrantes les hemos pillado en tierra. Y lo hemos hecho porque nos han avisado los bañistas y un vigilante jurado del puerto. También nos echa un cable un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera, aunque ése no es su cometido», explicó Montalbán.

Unidad de vigilancia

A las críticas por la falta de medios se han sumado el Gobierno murciano y el PP, que denuncian la escasa respuesta del Ejecutivo central. El Gobierno regional se ha llegado a plantear la creación de una unidad de vigilancia costera que trabajaría dentro de las Brigadas de Seguridad Ciudadana.

La secretaria ejecutiva de Política Social del PP, Ana Pastor, censura que el Ejecutivo se está viendo desbordado y que no está poniendo ningún medio ante las nuevas rutas que están abriendo las mafias. «El Gobierno dice que todo va bien, pero lo cierto es que los inmigrantes siguen llegando, aunque se les ve menos porque ni siquiera les interceptan en el mar», se queja Pastor.

El director de Relaciones Institucionales de Murcia, Javier Iniesta, también ha denunciado «el gravísimo déficit de Guardia Civil» en la comunidad. «El ejemplo de la patrullera de Cabo de Palos, que no puede salir por falta de efectivos, clama al cielo y desde el Ejecutivo regional pedimos más seriedad en esta materia», declaró Iniesta.

Desde la AUGC se muestran escépticos ante la teoría del delegado del Gobierno, Angel González, de que un barco nodriza es el encargado de acercar las pateras y repartirlas por la costa. Según esta versión, las mafias están utilizando barcos pesqueros argelinos o marroquíes, a cuyos armadores pagan un sobresueldo. Los inmigrantes viajan escondidos en el interior de los buques y las pateras van camufladas por lonas dentro del barco pesquero, que no levanta sospechas entre las Fuerzas de Seguridad.

Sin embargo, el portavoz de la AUGC en Murcia considera viable que las pequeñas embarcaciones detectadas – de sólo cuatro metros de eslora – y con un motor de 20 caballos lleguen por sus propios medios a la costa. «Si el mar está en calma, los argelinos pueden hacer la travesía en una sola noche y enseguida divisan el faro de Cabo de Palos. Además, tres de ellos han relatado que viajaron directamente desde Argelia», explica Montalbán.

Tampoco cree que las mafias estén utilizando las pateras como maniobra de distracción para introducir hachís en España, ya que, según afirma, Murcia lleva años siendo una puerta de entrada de la droga en Europa. «Más que emplear las pateras como señuelos, lo que están haciendo es utilizar la ruta de la droga para el tráfico de personas», indica.