MADRID. - El pasado jueves, a las 20.30 horas, un joven rumano de 23 años murió aplastado por un montacargas en el polígono industrial de Vallecas, en la calle de Luis II. Ciprian, el joven que perdió la vida, era uno de los miles de emigrantes que han venido a España a labrarse un futuro. Apenas llevaba dos semanas en Madrid, según dijeron ayer los sindicatos que investigan el accidente.

El jueves era su primer día de trabajo y aún no dominaba el idioma, por lo que le costaba entender las intrucciones. Su tarea era limpiar las bandejas de carne en las Industrias Cárnicas Vaquero, una empresa dedicada al procesamiento de reses.

La víctima quedó atrapada en el hueco del montacargas recibió el impacto fatal cuando este descendió. El fallecido sufrió lesiones severas por aplastamiento, que le provocaron la muerte prácticamente en el acto.

Efectivos del Samur – Protección Civil llegaron con rapidez pero no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven.

Algunos de los asistentes a la operación de rescate, acostumbrados a situaciones difíciles, mostraron su horror por el suceso.

Los tíos junto a los que vivía en la localidad madrileña de Coslada denunciaron que no tenía contrato. Industrias Cárnicas Vaquero se defendía indicando que Ciprian iba firmar un contrato de prueba al día siguiente.

El joven carecía de la formación necesaria para desempeñar ese trabajo, según los sindicatos. Además el montacargas que le mató no tenía hecha la evaluación de riesgos. Al parecer, no tenía puertas y cuando el joven quiso mirar si venía le golpeó.

Tras certificar la defunción, una dotación del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid procedió a efectuar el escate del cadáver. La operación presentó diversas complicaciones y se prolongó alrededor de 45 minutos. La tía del joven fallecido está desconsolada por el suceso y sólo deseaba ayer que le devolvieran el cuerpo de su sobrino. La Policía investiga el accidente.