"He vivido un infierno de siete horas"
una peruana residente en irun narra cómo vivió las horas que sucedieron hasta contactar con su familia
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 17-08-2007donostia. “Han pasado casi siete horas desde que ha ocurrido el terremoto hasta que he podido contactar con mi familia. Siete horas que se han convertido en un infierno”, reconocía ayer Gina Castillo, una ciudadana peruana que reside en Irun desde hace cuatro años. Tranquilizada ya después de haber hablado con los suyos, esta joven de 27 años narraba cómo transcurrieron los minutos desde que conoció la noticia.
“Estaba desayunando con la tele puesta y he reconocido la zona por las imágenes. Entonces he prestado más atención y me he dado cuenta de la dimensión de lo que estaba sucediendo. He vivido muchos nervios porque intentaba llamar a casa y las líneas estaban colapsadas”, comentaba.
Horas después, consiguió localizar a uno de sus tres hermanos. Éste había logrado juntarse con sus hijos en medio del más absoluto de los caos. “Ha cogido el coche para ir a buscarlos pero, debido al colapso, ha salido del vehículo y ha ido corriendo hasta donde ellos estaban. Me decía que ni siquiera sabía cómo había llegado”, relataba.
Haciéndose eco de las palabras de su hermano, Gina trataba de explicar las imágenes que se estaban viviendo en las calles de las zonas afectadas por el terremoto. “Mis hermanos y mis padres viven en Lima, más al norte de donde ha tenido lugar el epicentro, pero todo estaba descontrolado. La gente gritaba y gritaba. No han dormido, se han quedado en la calle. El segundo de los tres temblores, además, ha sido terrorífico, de más de dos minutos de duración. Algunas personas se han electrocutado con los postes de alta tensión”, aseguraba.
Lo hacía mientras recordaba la preocupación que aún envolvía a uno de sus hermanos, que no conseguía contactar con empleados suyos que se encontraban en las localidades más afectadas. >m.c.
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