Me decían soy de El Salvador y le abría una plaza

La Prensa Gráfica, Jesús Henríquez, 15-08-2007

Viajó en los setenta a EUA; su primera empresa apenas contaba con cuatro empleados. Hoy maneja la franquicia de Pollo Campero.

 

 

José Ramón Barahona será declarado mañana Hijo Meritísimo de El Salvador por la Asamblea Legislativa. Este empresario, que antes de viajar en los años setenta a Estados Unidos de forma indocumentada administraba fincas en Zacatecoluca, aún se ríe al hablar de su primera deportación una semana después de haber llegado. Pero regresó, y dice que con tenacidad, orden y disciplina logró lo que se propuso aprovechando las oportunidades que brindaba Estados Unidos.

Propietario de la franquicia de Pollo Campero en ese país, dice que es difícil estar en su posición de empresario que debe cumplir las leyes estadounidenses y su deseo por ayudar a su comunidad que llega con ansias de trabajar.
¿Cómo toma usted la declaración de Hijo Meritísimo que le hará mañana la Asamblea Legislativa de El Salvador?

Me siento orgulloso no solamente para mí, sino que me siento orgulloso que el pueblo reconozca a muchos salvadoreños que ayudan a la comunidad. Yo creo que el reconocimiento es de mi gente, ellos hicieron esta selección, eso quiere decir que José Barahona no falló con los hermanos salvadoreños porque si hubiera fallado no estuviera aquí dándole un reconocimiento un órgano de tanto prestigio.
Cuando usted emigró a Estados Unidos, ¿el ambiente que encontró al llegar fue el mismo del que se habla ahorita de un gran sentimiento antiinmigrante?

No, no había la tensión que existe ahora. El problema mío fue cómo poder arreglar mi estatus migratorio porque mientras uno no tiene estatus migratorio muchas compañías o personas toman ventaja y le pagan lo que quieren si quieren pagarle porque uno no tiene protección de las leyes de Estados Unidos.
Para establecerse como empresario, ¿cuáles fueron los principales obstáculos en su camino?

Yo llevaba toda la fe, la esperanza, fui un hombre que le gusta el trabajo y ese para mí es un buen principio, entonces lo que faltaba era un poco que me dieran la oportunidad. Cuando yo comencé a trabajar comencé con un contrato de cuatro personas, y de ahí para allá pues hacía el mejor trabajo quizá en la comunidad y ellos comenzaron a darme recomendaciones con otras instituciones hasta llegar a ser un grupo inmenso en el área de Washington.
Y en la actualidad, un salvadoreño que quisiera progresar en Estados Unidos, que quisiera poner su empresa, ¿podría encontrar más obstáculos?

El primer obstáculo es legalizar su estadía, segundo es conocer qué es lo que quiere hacer. Yo creo que Estados Unidos es un país grande con millones de oportunidades, si una persona sabe lo que quiere y está disciplinada y quiere hacer el trabajo que quiera, yo creo que no hay obstáculos.
Hablando de negocios, ¿cree que están puestas las condiciones para que aquellos salvadoreños residentes en Estados Unidos o salvadoreños que desde aquí quieran hacer negocios en ese país puedan aprovechar el Tratado de Libre Comercio?

Claro, si Estados Unidos es el mercado más rico del mundo. Si a Estados Unidos usted lleva calidad, un control de calidad y el producto pasa las reglas y las leyes de Estados Unidos, usted puede introducir cualquier cosa.
Tras el fracaso de la reforma migratoria y los anuncios de endurecer los controles en empresas para buscar inmigrantes indocumentados se ha hablado de efectos negativos en las empresas. ¿Cuál es su punto de vista al respecto y en algún momento se sentirá afectado?

Sí, nosotros nos vamos a ver afectados porque el crecimiento de las pequeñas empresas y medianas son de los nuevos inmigrantes que llegan.
Y en ese sentido con los controles, ¿cree que por afinidad a esta comunidad inmigrante las empresas hispanas podrían sufrir de algún tipo de acoso por parte de autoridades estadounidenses?

Estados Unidos tiene las leyesmigratorias bien claras y hay que respetarlas y cualquier persona que no respete las leyes será sancionada.
¿Qué tan efectivas pueden ser las formas de verificar si una persona está indocumentada? Usted como empresario podría ser fácilmente burlado por una persona sin documentos.

Nosotros no somos inmigración para decirle a alguien si esos documentos que me presentó son correctos o incorrectos. Ahora si Migración verifica el número de seguridad social y me envía una carta diciendo que ese número no es correcto sí tengo que poner atención y verificar si la persona me dice que es cierto, luego yo asumo que él me está diciendo la verdad. Pero si viene Migración otra vez y me dice que no tengo otra alternativa, pues le enseño a la persona la carta que tengo y yo le digo: lo siento mucho, no quiero estar en problemas, ya es el segundo aviso que me han dado y si yo ignoro esos avisos estoy violando la ley de Estados Unidos.
Y cómo se siente cuando entra conflicto con la ley de Estados Unidos por lo que usted pueda sentir por nuestra comunidad.

Antes me decían: yo soy de El Salvador y entonces aquí está una escoba, aunque no tenía una plaza le abría una oportunidad. Eso me duele en el alma porque ya no lo puedo (hacer). Me afecta como salvadoreño, me siento incómodo de no poder darles la misma oportunidad que le dábamos antes.
Sobre sus empresas, por ejemplo Pollo Campero, que gran parte del mercado es el nostálgico, ¿ha tenido la necesidad de reconvertirse para abarcar también al mercado anglosajón?

Sí tenemos que adaptarnos a la necesidad, y ya tenemos tres tiendas que el 40% los clientes son estadounidenses, pakistaníes, de Cercano Oriente.

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