-DESALOJADAS NUEVE FAMILIAS-

Un cuarto incendio en Fuencarral arrasa un poblado chabolista

El Mundo, CARLOS MEDRANO, 15-08-2007

MADRID. - El cuarto incendio en la zona de Fuencarral en menos de una semana destruyó ayer un campamento chabolista situado en la calle de Antonio Cabezón. El fuego comenzó a las 16.30 horas y devoró rápidamente las infraviviendas. Según Emergencias Madrid, las llamas dieron cuenta de cuatro chabolas, mientras que sus habitantes aseguraron que el número de construcciones calcinadas ascendía a ocho.


Cinco dotaciones del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid se desplazaron hasta el lugar de los hechos pero, tras hora y media luchando contra el fuego, tan sólo pudieron salvar dos de las infraviviendas. En total, se han quemado 16 hectáreas de terreno. «Es muy difícil impedir que se extienda el fuego cuando hablamos de pastos secos», explicaron fuentes relacionadas con el dispositivo contraincendios.


Los habitantes del poblado, todos de etnia gitana, abandonaron el asentamiento en cuanto se percataron del peligro, sin que fuera necesario desalojarlos. A pesar de que no se registraron heridos graves, el Samur – Protección Civil tuvo que atender tres casos de intoxicación leve por humo – entre ellas la de un bombero – , así como numerosos ataques de ansiedad.


Antonio Cortés, uno de los residentes del campamento, vio cómo su hogar quedaba reducido a cenizas: «Los bomberos han tardado demasiado en llegar, tengo 11 hijos y no se me ocurre dónde puedo pasar la noche», dijo Cortés, mientras sus familiares proferían un coro de lamentos.


La situación de sus 120 vecinos no es mejor, casi toda la comunidad se ha quedado en la calle y ha perdido sus enseres en el suceso. «Somos alrededor de nueve familias con unos 15 miembros cada una» comentó con preocupación Nicolasa, la hija de Cortés. «No podemos quedarnos en la calle con tantos críos», concluyó.


Según Emergencias Madrid, el Samur Social le ofreció a las familias que habían perdido su hogar un lugar donde pasar la noche. Sin embargo, el ofrecimiento fue rechazado porque la oferta «no era suficiente», según manifestaron los propios damnificados, tras lo que abandonaron el lugar del siniestro. «No me sirve de nada que me ofrezcan alojamiento por una sola noche, necesito un lugar donde poder meter a todos mis hijos» se quejó uno de los afectados.


Las causas del siniestro aún no están claras. El campamento está situado en un paraje donde abundan los prados cubiertos por matojos secos, que constituyen un excelente combustible. Uno de los habitantes del poblado reconoció que eran conscientes del peligro que corrían: «Ya habíamos tenido varios incendios en las proximidades, pero hasta ahora las llamas nunca habían alcanzado el campamento», aseguró el hombre.


La zona en la que se levantaba el asentamiento es una gran planicie de 16.000 metros cuadrados de pastos. El paraje está delimitado por tres vías: las calles de Islas Columbretes, Antonio de Cabezón y Caminos de San Roque. Se trata de una gran explanada en medio de la ciudad, dividida por un camino sin asfaltar que la atraviesa.


«El fuego se originó en un punto de la llanura y, tras saltar la carretera de tierra, se extendió con rapidez hasta el patio del asentamiento, donde prendió en las chabolas. La hierba seca en pleno agosto actúa como la yesca», afirmó el portavoz de Emergencias Madrid. De momento, no descartó que las causas sean fortuitas: «Puede ser cualquier cosa, desde una botella que actuó como una lupa hasta una colilla mal apagada. Ahora mismo es prematuro aventurar una hipótesis», comentó.


Los damnificados por el incendio reconocieron que sus infraviviendas disponían de luz eléctrica, pero descartaron que un cortocircuito fuese el responsable del siniestro. «Como no disponemos de agua corriente, no pudimos luchar contra el fuego, los bomberos llegaron demasiado tarde», indicaron los habitantes. Fuentes del Ayuntamiento señalaron que el tiempo de respuesta en este tipo de sucesos no supera los siete minutos, «pero es compresible que a los afectados se les hiciera más largo», puntualizaron.


En lo que va de semana los bomberos han tenido que apagar en la misma zona otros cuatro incendios. El viento y la sequedad propia de la estación veraniega hacen que este tipo de sucesos se hagan cada vez más comunes. Una de las soluciones propuestas por el Consistorio pasa por la prevención.


CUATRO FUEGOS EN CINCO DIAS


9 de agosto: se inició a las 18.00 horas y quemó una zona de matorrales y algunos pinos en la carretera de Fuencarral a El Pardo.


11 de agosto: un incendio se origina en las inmediaciones de la M – 40, a la altura del kilómetro 54.


12 de agosto: otro fuego de pastos tiene lugar junto al kilómetro 54 de la M – 40, cerca del incendio del día anterior.


13 agosto: un poblado chabolista queda destruido por las llamas en el distrito de Fuencarral – El Pardo. El fuego tardó dos horas en ser extinguido.

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