- BARCELONA. (Redacción.)
Irene Morgan, una activista pionera en la lucha por los derechos civiles en EE. UU., falleció el viernes a los 90 años. En 1944, Morgan, entonces una joven negra de 27 años, se negó a ceder su asiento en un autobús de Virginia a otro pasajero blanco. Con su acto de protesta contra las leyes segregacionistas de Estados Unidos, Irene Morgan plantó la semilla que durante las siguientes décadas serviría al movimiento para la defensa de los derechos civiles para oponerse a la discriminación racial en Norteamérica.

Tras ser detenida y multada con 110 dólares por su acto de rebeldía, Morgan decidió llevar su caso ante la justicia y, finalmente, el Tribunal Supremo le dio la razón en una sentencia histórica. Aunque los estados del sur se negaron a aceptar la sentencia, su ejemplo sirvió para que en los años sesenta los defensores de la igualdad racial se movilizaran en apoyo de Rosa Parks, otra ciudadana negra que se negó a ceder su asiento a un blanco en un autobús. La lucha de ciudadanas anónimas como Morgan y Parks sirvió para que, al fin, se abolieran las leyes segregacionistas en EE. UU.