Cita.  Se realizó el pasado sábado en la Plaza de las Artes y Oficios, con la participación de 22 grupos. 

La Plaza de  las Artes y Oficios fue escenario, el pasado sábado, del Primer Encuentro de Música y Danzas Afro Nuestra Herencia, que organizó el Proceso Afroamérica   XXI en conjunto con la Fundación Unificación y el Municipio de Guayaquil.

Fue un día de bailes, canciones y gastronomía. De encocao de pescado y camarones, de cocadas y jugo de coco, de marimba y de alegría. De visibilización de esta etnia que aporta a la diversidad y riqueza cultural  y artística del país.

El programa comenzó  a las 11:30 y se prolongó hasta la noche, con la participación de 22 agrupaciones de danza y música afroecuatorianas, de Guayaquil, Quito y Esmeraldas. Fue un encuentro con las raíces negras, con lo ancestral, pero también con las nuevas manifestaciones artísticas, como el rap y el hip hop.

En la cita  destacó la figura  de Guillermo Ayoví Erazo, más conocido como   Papá Roncón,   personaje de la música y la cultura afroecuatoriana,   originario de Borbón, Esmeraldas, quien desde el mediodía se  presentó en el lugar, aunque su actuación estaba prevista para la tarde.

El público  llegó poco a poco. A cada hora eran más. Así, la Plaza de las Artes y Oficios  se fue llenando de rostros, de pasos, de aplausos, de gente que quería degustar una cocada de las que vendía don Teodoro Balanta,     o el  encocao de pescado o camarones que preparaban   las señoras de la Asociación de Esmeraldeños San Lorenzo, entre ellas Efigenia de León, de 40 años, quien comentó  que este encuentro es positivo “para que la gente se entere de la cultura de nuestros ancestros”. A su lado estaba Martha Mina, de 55, quien llegó  a Guayaquil hace más de 30  y sus hijos nacieron en esta ciudad. Indicó que este evento sirve para que los descendientes afro  se acerquen a una cultura que ya no la sienten tan suya. 

En una de las carpas podían adquirise artesanías realizadas por los integrantes del Centro Cultural Ochum, de Quito,   entidad que también cuenta con un  ballet afroecuatoriano, dirigido por Rosa Mosquera,   esmeraldeña que se radicó en Quito. Ella estudió en el  Instituto Nacional de Danza y, además, se formó como psicóloga educativa.  Ahora hace danza con su grupo y trabaja con la comunidad. Producto de esa labor  son las artesanías, que representan escenas de la cultura afro, con elementos como madera, tagua, chonta y semillas.

Opinó  que actividades como estas ayudan a concienciar a la sociedad de la diversidad cultural del país y ojalá, dijo, a terminar con el racismo, que aseguró existe. “Yo lo siento cuando alguien conversa y dice cosas como ‘hay una mano negra’ o nos espera ‘un día  negro’. Todo lo   malo lo asocian con lo negro”.  Ibsen Hernández, presidente del Proceso Afroamérica  XXI y organizador del festival, está   satisfecho de la  cita y señaló  que la idea es    organizarla cada año.

Actividades

CONVERSATORIO
El Proceso Afroamérica   XXI realizó  el pasado 9 de agosto, Día de la Cultura,  en la plaza Rodolfo Baquerizo Moreno, el panel titulado    ‘Interculturalidad y etnoeducación’. Participaron el   antropólogo Juan García, el editorialista Juan Montaño y el poeta Jalisco González.
 
NÚMEROS
Ibsen Hernández señala que    700.000 personas de los 13’000.000 de ecuatorianos pertenecen a la etnia afro. En Guayaquil hay   190.000 habitantes que se reconocen afroecuatorianos.