El genocidio silencioso

Gara, 12-08-2007

 Pascual Serrano

Está siendo necesario destacar algunas recientes tragedias provocadas por la criminalización de la emigración que se está viviendo en los países ricos. Por ejemplo, ¿qué país del mundo la ley establece el encarcelamiento de una niña de once años por el delito de vivir con su madre e ir al colegio del barrio donde reside desde hace dos años? Pues por ejemplo Bélgica, donde el pasado mes de julio fue noticia el intento de deportación la ecuatoriana Ana Cajamarca y su hija Angélica, de once años, que llevaban ya un mes en un centro detención por no tener sus papeles en regla, a pesar de que llevaban cuatro años en el país.

Mientras, en Francia, un niño ruso de 12 años, se encontraba el diez de agosto en estado grave con daños cerebrales tras caerse desde un cuarto piso al intentar eludir a la policía. Su delito, encontrarse en situación irregular en Francia. Su familia llevaba en este paísdes de 2003 y su petición de asilo fue rechazada.

En Massachussets (Estados Unidos), el brasileño Edmar Alves Araujo, de 34 años, moría el siete de agosto en una comisaría, al no haberle proporcionado la medicación que necesitaba, según ha denunciado la hermana del fallecido. Se encontraba a disposición del servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) tras ser detenido (…)

Y a todos ellos quedan por añadir los que no tienen siquiera nombre y apellidos. Son los 217 muertos del mes de julio cuya única culpa era querer llegar a Europa (…) Desde principios de año, las víctimas de la emigración clandestina a Europa, según Fortress Europe, son ya 666. (…)

A ellos hay que sumar las muertes en el intento de entrar a Estados Unidos desde México. (…)

Mientras tanto, nuestros informativos siguen abriendo con el estado del tráfico y la temperatura que hace en las playas.

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