ESPAÑA

Un crucero español rescata a 27 inmigrantes en aguas de Malta

También socorrió a los 220 ocupantes de un cayuco en la zona

La Verdad, P. R., 11-08-2007

El Jules Verne, crucero de Vision Cruises con base en el puerto de Alicante, protagonizó ayer de madrugada un espectacular rescate en alta mar. El barco turístico, con unos 450 pasajeros y 250 tripulantes a bordo, detuvo su navegación hacia Malta para socorrer a un grupo de subsaharianos que luchaban para salvar sus vidas después de haber naufragado el cayuco con el que habían partido desde Libia.

El capitán del barco ordenó parar máquinas en plena noche para proceder al rescate de los inmigrantes cuando el buque se encontraba a unas 60 millas de las costas maltesas. La tripulación del Jules Verne lanzó cabos con chalecos salvavidas e incluso arrió alguno de sus botes de rescate para auxiliar a los náufragos, entre los que había tanto hombres como mujeres y niños.

Las labores de salvamento fueron complicadas por el mal estado de la mar y por la falta de luz. A pesar de ello, 27 subsaharianos pudieron subir a bordo, aunque uno de ellos – un bebé de nueve meses – había fallecido. Fuentes de la compañía indicaron ayer que desde el barco les habían informado de que en medio de la oscuridad pudieron vislumbrar flotando varios cadáveres más.

El estado de salud de algunos náufragos llevó al capitán del Jules Verne a solicitar a las autoridades maltesas el envío de medios de transporte rápido para su traslado urgente a un hospital de La Valetta. Finalmente, dos helicópteros y varias embarcaciones trasladaron a catorce rescatados a tierra firme. El barco llegó pasadas las nueve de la noche al puerto de La Valetta, unas catorce horas más tarde de lo previsto inicialmente.

Dos horas antes de esta operación, el Jules Verne había socorrido a otro cayuco en el que viajaban unos 225 inmigrantes a ochenta millas de Malta. Al parecer, desde el puente de mando visualizaron unas señales luminosas, por lo que se dio la orden de acudir en ayuda del bote. La tripulación informó a los ocupantes del cayuco de que no podían acceder al barco porque lo prohíben las leyes marítimas, pero dieron aviso a las autoridades maltesas para que enviasen ayuda. Mientras el Jules Verne permaneció junto al bote para resguardarlo y evitar problemas por el mal estado del mar.

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