Un crucero de lujo rescata a 14 inmigrantes en el Mediterráneo

El Periodico, MAURICIO BERNAL, 11-08-2007

Lo primero que suele ver un inmigrante ilegal cuando llega a Europa a bordo de una patera es una playa desierta o un paisaje escarpado, en algunos casos a una bañista en bikini o la cubierta tosca de un barco pesquero, pero es raro que pase de la inopia al lujo en un abrir y cerrar de ojos. Un lujo intocable y lejano, pero ahí estaba, al alcance de la mano: la historia la pueden contar los 14 africanos, procedentes de Eritrea, cuya patera naufragó la madrugada de ayer en aguas del Mediterráneo, al sur de Malta. No fueron rescatados, como otras veces, por un grupo de pescadores recios, sino por la tripulación de un crucero de lujo: el Jules Verne, que pasaba por ahí. En el momento del rescate, dos helicópteros de nacionalidad italiana sacaron del agua varios cadáveres.
El barco llegó a las 22 horas al puerto de La Valeta (Malta) y se produjo el desembarco de los náufragos con cierta discreción. Una mujer tuvo que ser evacuada antes de llegar a puerto debido a que presentaba signos de hipotermia.
“No nos han puesto ningún problema las autoridades maltesas, que han aceptado a los inmigrantes al considerar que estaban en sus aguas territoriales en el momento del rescate”, precisaron fuentes diplomáticas a Europa Press.
La noche fue agitada a bordo del buque. A las dos de la madrugada los tripulantes localizaron una patera con cerca de 200 personas a bordo que lanzaban señales de socorro. Se acercaron, comprobaron que todos estaban bien – – bien dentro de lo posible – – y custodiaron la embarcación mientras los servicios de salvamento de la zona se hacían cargo. Poco después – – ya había amanecido – – avistaron a los náufragos: unos pocos con chaleco salvavidas, que nadaban todo lo bien que podían en dirección a la isla. El Jules Verne se detuvo de nuevo e inició la operación de rescate, que se prolongó durante horas. Solo consiguieron rescatar a 14 personas. Los servicios de socorro malteses todavía buscan otros náufragos en la zona.

LEJOS DE LOS PASAJEROS
El buque zarpó de Barcelona el pasado domingo con un centenar de viajeros a bordo. En Alicante completó el pasaje – – recogió a otros 400 – – y se dirigió a Túnez y luego a Libia. El de ayer era el sexto día de navegación. Tras el embarque de los náufragos, se instaló un hospital de campaña en una de las cubiertas del crucero. Fuentes del pasaje aseguraron a Europa Press que la tripulación apenas informó a los pasajeros.
Está previsto que el crucero llegue mañana a Barcelona sin hacer la escala prevista en Italia. El deseo de la compañía es completar el último tramo del viaje sin inmigrantes. Puede que a algún pasajero no le disguste del todo el detalle trágico de la travesía. No sería raro: también hay gente que solo va a Canarias a ver llegar pateras.

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