Desierto.

Fue una madrugada lluviosa la que acompañó los once kilómetros de recorrido al cortejo fúnebre con el cuerpo de Ximena Riera, fallecida en el desierto de Arizona, el pasado 5 de junio.

En la parroquia Chicán los familiares de la emigrante  improvisaron una plataforma adornada con flores y velas para el velorio; y el posterior sepelio previsto para las 15:00 de ayer.

La joven de 26 años, madre de una niña de 4 que se quedará  al cuidado de sus abuelos maternos, se endeudó con $ 13.500 para viajar a EE.UU. La travesía se inició en marzo pasado y siguió la ruta  Guayaquil – Lima – La Paz, México. “La última comunicación con ella fue en mayo desde Arizona”, recuerda afligido su padre Remigio.

“Fue un error haber confiado en la persona que la llevó, dijo que se llamaba María, no sé dónde vive y desde que no cumplió con lo acordado y sin dar noticias de Ximena ha desaparecido”, expresa.

La familia ahora sufre por la niña que padece de una enfermedad cardiaca.

El cadáver de la compatriota  permaneció en la morgue de Tucson mientras se cumplían los trámites para identificarla.

El costo de la repatriación ascendió a los $ 4.300   cubierto por la familia, pero la Defensoría ofreció reembolsar ese dinero, manifestó Édgar, hermano de la compatriota.